jueves, 4 de julio de 2024

Los humos de los barcos y el calentamiento global


El 3 de diciembre de 1972, dos geólogos de la americana Brown University escribieron una carta al Presidente Nixon. En el escrito le mostraban su preocupación de que la actual época interglaciar estuviera llegando a su fin, iniciándose una nueva glaciación. Literalmente le decían que el que se estuviera produciendo “un deterioro global del clima, en un orden de magnitud mayor que cualquier otro experimentado hasta ahora por la humanidad civilizada, es una posibilidad muy real y, de hecho, podría producirse muy pronto”. Que unos geólogos hablen de que algo se pueda producir muy pronto es casi de chiste, teniendo en cuenta que para ellos la escala más habitual son miles o millones de años, pero la carta se tomó en serio en la Casa Blanca y, de hecho, implicó la puesta en marcha de programas de investigación al respecto.

Eran tiempos en los que los estudios sobre la evolución del clima eran menos habituales que ahora y la Climatología una Ciencia incipiente que se repartían meteorólogos y geólogos. Y unos y otros, desde los años cuarenta, venían observando periodos de mal tiempo y bajas temperaturas. Con la perspectiva que dan unos cuantos años más, eso tiene un cierto reflejo en la figura que aparece debajo, donde puede apreciarse que, tras un calentamiento entre 1900 y los primeros cuarenta, el gráfico parece cambiar con un cierto enfriamiento de unos treinta años para luego volver a subir decididamente.
A pesar del reflejo que la carta tuvo en los medios y en la posterior proliferación de trabajos científicos, hoy sabemos que fue una falsa alarma. Enseguida, diversas sociedades científicas y organismos internacionales desviaron la atención hacia lo que hoy llamamos calentamiento global, ocasionado por las continuas emisiones de CO2 de origen antropogénico (humano). Y también sabemos que ese corto periodo de enfriamiento se debió, probablemente, al efecto que sobre la radiación solar que llega a la Tierra tiene la presencia en la atmósfera de los llamados aerosoles, partículas sólidas o líquidas que se encuentran suspendidas, en estado estacionario, en el aire. Sin esa presencia sobre nuestras cabezas, el calentamiento global hubiera sido más evidente antes.

Ese hecho quedó confirmado (véase esta entrada de setiembre pasado) con lo que podíamos llamar el “experimento Pinatubo”. Pinatubo es un volcán filipino que, en 1991, inyectó en las capas de la atmósfera, entre otras muchas sustancias, millones de toneladas de dióxido de azufre (SO2) que, en la capa intermedia o estratosfera, se transformaron en aerosoles de sulfato. Cada una de esas partículas actuaron como barreras que impedían la llegada de la luz del Sol a muchas regiones del planeta, con lo que la temperatura global de la Tierra disminuyó en más de medio grado en los dos años subsiguientes a la erupción.

Y viene esto a cuento porque, desde el 1 de enero de 2020, están en vigor las nuevas normas de la Organización Marítima Internacional (OMI), normas que regulan el contenido en azufre del combustible que usa el transporte marítimo internacional, reduciéndolo del 3,5 % al 0,5 %. El objetivo fundamental de estas medidas es mejorar la calidad del aire y, de rebote, la salud pública ya que, al disminuir la posibilidad de que ese azufre se convierta en aerosoles, se evitan enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Pero, como efecto derivado de esa disminución y en un proceso contrario al de las emisiones del Pinatubo, algunos climatólogos están especulando con que pudiera ser la causante del inusual calentamiento global experimentado en 2023, estimado en 0,2 ºC.

La cosa parece lejos de estar clara, porque en estos últimos meses/años están confluyendo una serie de posibles causas del fenómeno. Además del crecimiento global de las emisiones de CO2, que ahí sigue, y de los combustibles de bajo contenido en azufre que acabo de explicar, este año hemos tenido un El Niño bastante fuerte, estamos prácticamente en el máximo del ciclo 25 de la actividad del Sol y está también el hecho de las ingentes cantidades de vapor de agua que inyectó el volcán Hunga Tonga, del que hablábamos en la misma entrada mencionada arriba sobre el Pinatubo.

Todo ello ha hecho que, en los últimos meses, hayan aparecido artículos científicos y artículos de opinión de científicos muy relevantes en el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), como Hansen, Schmidt o Hausfather. En ellos hacen incidencia en los factores mencionados en el párrafo anterior y, en los dos primeros casos, cuestionan de forma distinta las capacidades de los modelos climáticos para reproducir estas anomalías de temperaturas que nos han sorprendido. Son debates, también recogidos en redes sociales, entre reconocidos climatólogos que demuestran que la Ciencia de todo esto dista de estar del todo establecida. Debates que seguro no interesan a la mayoría de mis lectores pero, al menos, estáis al loro de lo de las emisiones sin azufre de los buques y sus probables consecuencias.

Además, como os recuerdo de vez en cuando para que no se os olvide, el Blog es mío y en él procuro dejar constancia, a modo de diario, de las cosas que me preocupan.

La música de hoy es un extracto de tres minutos de una de las escenas de la Sinfonía Alpina de Richard Strauss. Una vez más con la Filarmónica de Berlín, dirigida esta vez por el grandullón y disfrutón Andris Nelsons que, en la grabación, tenía 37 años. Fijaros, en los primeros diez segundos, en el espectador que está detrás del músico de los platillos…

Buen verano!!!

8 comentarios:

Rafael dijo...

Por supuesto que me interesa. Muchas gracias por compartir tu preocupación.

Santiago dijo...

Buenas tardes, a mi también me interesan todas tus reflexiones, sin tener el conocimiento que tu tienes, me parece que haces fácil de entender lo que es muy complicado.
Muchas gracias.
Por otro lado, que te parece lo que ha dicho el siempre polémico y acertado Bjorn Lomborg:
https://x.com/BjornLomborg/status/1808134536854700215?t=WZMMOBJ0a6sg0W8HpRKgEQ&s=35

Un saludo.

Yanko Iruin dijo...

Gracias Santiago. Yo llevo siguiendo muchos años a Lomborg, así que es obvio que me resulta interesante. Pero, desde hace unos días, tengo problemas para abrir enlaces como el que me mandas. Se me abre X pero no el comentario concreto al que hace referencia el enlace. ¿Puedes pasarme una captura de imagen del tuit original y yo lo busco en la cuenta de Lomborg?.

Santiago dijo...

Pues si te digo la verdad, no soy usuario de twuiter y no sé como hacerlo, he intentado copiar y pegar aquí el tuit, pero no me deja. No sé como adjuntarlo.

Yanko Iruin dijo...

Hola Santiago, ya he podido entrar en el tuit de Lomborg. Va sobre el último informe del estado de la Gran Barrera de Coral de Australia. Y son noticias que no se ven en los medios españoles. También es verdad que no es fácil sacar conclusiones como las que Lomborg saca, entre otras cosas porque la Gran Barrera está dividida en muchos sectores y la toma de datos no es fácil. Lomborg ha construido su propia gráfica sobre los datos de este año y parece que el coral se está recuperando de pasados años malos debido a múltiples causas de stress (no solo el calentamiento global). Pero es un tema que me cae un poco lejos, aunque lo llevo siguiendo desde hace años.

Santiago dijo...

Todos estos temas, como los que tu tratas (permíteme el tuteo)son difíciles, yo no soy experto y como yo la mayoría de la población, nos creemos lo que nos dicen, buscas gente de confianza como tu o Lomborg, en este caso, pero ya parece un tema religioso, crees o no crees lo que te dice la mayoría de científicos, la tele, los políticos... , si no estas fuera del grupo, eres negacionista. Lo que me lleva a contradicciones tremendas, todo el mundo es democrata, pero solo si haces lo que dicen ellos, si discrepas la has fastidiado, ya no eres del grupo, te dejan de hablar, que tiempos en los que vivimos.
Gracias por aportar un poco de luz y que conste que voy a seguir buscando el conocimiento, me llamen lo que me llamen.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Me encanta que tus artículos finalicen con una buena música.

Yanko Iruin dijo...

Cogí prestada la idea de un Blog de perfumes que se llama Olibanum. Todavía está abierto pero no publican nada desde el 20119. Se habrán cansado de trabajar para cuatro seguidores.

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