Líquidos y gases en manos de tribuletes
Es probable que muchos de vosotros hayais leído en los últimos días una noticia en los periódicos que rezaba algo así como que Francia prohibe matricular coches Mercedes por su líquido anticongelante. Tengo que reconocer que, por salud mental, prácticamente no leo prensa escrita. Pero ayer, sábado, tras la partidita de golf, el insigne Jesús Ugalde me alertó de un titular parecido que él había encontrado en Berria, un periódico local en euskera. La noticia nos sonaba rara a dos químicos de pro como nosotros, porque casi todos los anticongelantes sólo llevan agua y etilenglicol, además de una especie de repelente amargo para enmascar el dulzor del anterior y prevenir accidentes y un colorante para darles ese tono chillón que tiene la mayoría.
Así que fue llegar a casa y empezar a rastrear la noticia. Efectivamente, el Diario Vasco en su versión digital daba la noticia tal y como la he descrito en el párrafo anterior, pero la cosa empezó a aclararse cuando en El País Digital, al final de una noticia casi con el mismo titular que la del DV, había otra relacionada que, al picar en ella, decía "Francia prohibe matricular los coches de Mercedes por usar un fluido no autorizado" y a pie de esta segunda noticia había una fe de errores que advertía que "En una versión anterior de la noticia, se confundía el gas refrigerante del aire acondicionado con el líquido refrigerante del motor".
Acabáramos.... El asunto es que alguien no había diferenciado entre un líquido anticongelante, que se emplea para eliminar el calor producido por el motor de combustión y que está preparado para que no congele en condiciones adversas de temperatura, y un gas empleado en el aire acondicionado de un coche, que sirve para que los viajeros se encuentren confortables en el interior del vehículo. En este segundo caso, el gas es utilizado por el compresor del equipo de aire acondicionado para comprimirlo y expandirlo bruscamente, lo que consigue enfriarlo y aprovechar su baja temperatura para refrigerar el aire del interior del coche.
La noticia hace referencia al incumplimiento por parte de Damler/Mercedes de eliminar, desde el 1 de enero, el refrigerante conocido como R134a, un gas empleado en esos acondicionadores de aire. Técnicamente se trata del 1,1,1,2 tetrafluoro etano que se ha vendido estos últimos años como alternativa a los clorofluorocarbonos (CFCs) causantes del agujero de ozono. Pero que, últimamente, esta siendo prohibido por su elevado efecto invernadero. Y de ahí la Directiva europea para eliminarlo. Pero Mercedes se ha negado, sobre la base de que la alternativa que se propone, el llamado R1234yf, le parece más peligroso en términos de emisión de ácido fluorhídrico en condiciones de temperatura más bajas.
La noticia viene de algo lejos y puede rastrearse para tratar de investigar de dónde nace la confusión. Y da la sensación de que el asunto viene de una serie de noticias de la Agencia EFE de primeros de julio en las que, de forma aleatoria, se hablaba de líquido refrigerante o gas refrigerante. Así que en manos de los redactores de las noticias posteriores, alguna "decisión" había que tomar. Y según parece, los anticongelantes son más populares entre los tribuletes.
Pero la cosa no termina aquí. Cuando he rastreado la noticia en inglés, me he encontrado con una noticia de la agencia Reuters, en la que se sugiere que lo que hay detrás de esto no es sino una nueva "guerra" franco alemana, centrada en las tasas de emisión de CO2 de los coches y que muchos países europeos quieren rebajar a 95 gramos/Km para 2020, algo que el voto alemán ha frenado. La decisión francesa de prohibir la venta de coches alemanes incumplidores de la normativa en torno al R134a, podría ir en el sentido de forzar a la Merkel a dar el OK al asunto de las tasas de emisión del dióxido de carbono.
Así que fue llegar a casa y empezar a rastrear la noticia. Efectivamente, el Diario Vasco en su versión digital daba la noticia tal y como la he descrito en el párrafo anterior, pero la cosa empezó a aclararse cuando en El País Digital, al final de una noticia casi con el mismo titular que la del DV, había otra relacionada que, al picar en ella, decía "Francia prohibe matricular los coches de Mercedes por usar un fluido no autorizado" y a pie de esta segunda noticia había una fe de errores que advertía que "En una versión anterior de la noticia, se confundía el gas refrigerante del aire acondicionado con el líquido refrigerante del motor".
Acabáramos.... El asunto es que alguien no había diferenciado entre un líquido anticongelante, que se emplea para eliminar el calor producido por el motor de combustión y que está preparado para que no congele en condiciones adversas de temperatura, y un gas empleado en el aire acondicionado de un coche, que sirve para que los viajeros se encuentren confortables en el interior del vehículo. En este segundo caso, el gas es utilizado por el compresor del equipo de aire acondicionado para comprimirlo y expandirlo bruscamente, lo que consigue enfriarlo y aprovechar su baja temperatura para refrigerar el aire del interior del coche.
La noticia hace referencia al incumplimiento por parte de Damler/Mercedes de eliminar, desde el 1 de enero, el refrigerante conocido como R134a, un gas empleado en esos acondicionadores de aire. Técnicamente se trata del 1,1,1,2 tetrafluoro etano que se ha vendido estos últimos años como alternativa a los clorofluorocarbonos (CFCs) causantes del agujero de ozono. Pero que, últimamente, esta siendo prohibido por su elevado efecto invernadero. Y de ahí la Directiva europea para eliminarlo. Pero Mercedes se ha negado, sobre la base de que la alternativa que se propone, el llamado R1234yf, le parece más peligroso en términos de emisión de ácido fluorhídrico en condiciones de temperatura más bajas.
La noticia viene de algo lejos y puede rastrearse para tratar de investigar de dónde nace la confusión. Y da la sensación de que el asunto viene de una serie de noticias de la Agencia EFE de primeros de julio en las que, de forma aleatoria, se hablaba de líquido refrigerante o gas refrigerante. Así que en manos de los redactores de las noticias posteriores, alguna "decisión" había que tomar. Y según parece, los anticongelantes son más populares entre los tribuletes.
Pero la cosa no termina aquí. Cuando he rastreado la noticia en inglés, me he encontrado con una noticia de la agencia Reuters, en la que se sugiere que lo que hay detrás de esto no es sino una nueva "guerra" franco alemana, centrada en las tasas de emisión de CO2 de los coches y que muchos países europeos quieren rebajar a 95 gramos/Km para 2020, algo que el voto alemán ha frenado. La decisión francesa de prohibir la venta de coches alemanes incumplidores de la normativa en torno al R134a, podría ir en el sentido de forzar a la Merkel a dar el OK al asunto de las tasas de emisión del dióxido de carbono.