Small is beautiful!!
El título de esta entrada ha sido una frase típica en los títulares de las entrevistas que los tribuletes de muchos sitios han tenido con uno de los padres de la Nanotecnología, Heinrich Rohrer, visitante habitual en el campus guipuzcoano y Premio Nobel de Física 1986. Su descubrimiento del microscopio de efecto túnel ha proporcionado a la Ciencia una herramienta potentísima a la hora de escudriñar los últimos reductos de los materiales, permitiendo jugar con ellos hasta límites que nadie pensaba llegar hace algunos años. Pero el descubrimiento de Rohrer y sus colegas se queda pequeño (y nunca mejor dicho) ante los increíbles anuncios de algunas empresas que, con tal de meterse un euro al bolsillo a costa de unos cuantos incautos, no paran en mientes.
Gracias al Chemical and Engineering News de mis amores y, más concretamente, a uno de sus blogs, denominado Central Science Newscript, he podido leer una entrada de Lauren Wolf en la que se hace eco de un catálogo de una empresa increíble que puede venderos cualquier cosa que se os ocurra. Algunas interesantes, mientras otras son absolutas patrañas, como el objeto de este post.
El aparatito que veis en la foto es algo parecido a esos nebulizadores en los que uno mete la nariz para que vapor de agua con un cierto toque mentolado te alivie las congestiones nasales. Pero este es algo más sofisticado y pretencioso y, de acuerdo con la propaganda, se trata de (traduzco literalmente) "un generador de vapor para una limpieza iónica facial. El dispositivo produce vapor iónico que penetra profundamente en los poros, proporcionando una profunda limpieza que rejuvenece y regenera la piel". El aparatito se vende por 295 $. Y, ¿cuál es su gracia, preguntareis mosqueados?. Otra vez traduzco literalmente: "la unidad emite moléculas de vapor iónico (???) ocho mil veces más pequeñas (toma nanotecnología!!) que las moléculas normales de agua, lo que les permite alcanzar capas profundas de la queratina, eliminando impurezas y elevando los niveles de humedad que revitalizan la piel". Y si no teníais poco con lo anterior, ahora el toquecito ecológico y quimifóbico, "el aparato usa agua normal de grifo y elimina, por tanto, la necesidad de jabones caros y otros productos químicos dañinos".
¡Pobre molécula de agua!. Tan "especial" y a la vez tan sencilla, omnipresente y barata. Los que me leeis ya habeis adquirido ciertas destrezas (que es como se llama ahora a que la gente aprenda) sobre lo pequeña que es una molécula de agua u otro producto químico similar. D. Lorenzo Romano Amedeo Carlo Avogadro di Quaregna e di Cerreto, Avogadro para los amigos, nos proporcionó, hace muchos años, la clave. Y gracias a ella, sabemos que en una gota de agua hay la friolera de 2.000.000.000.000.000.000.000 minúsculas moléculas de agua, cada una con su cabecita a base de oxígeno y sus dos bracitos acabados en dos hidrógenos. Y que son las mismas moléculas si esa gota de agua la calentamos y conseguimos transformarla en el vapor de agua que emite un puchero en ebullición.
Esa es la más minúscula expresión del agua. Y dar a entender que el engendro de 300 $ la puede dividir en 8000 entidades más pequeñas, es como cortarnos a nosotros en un cuidadoso picadillo y pretender, no ya que seamos los mismos, sino que seamos más listos y limpiemos más profundamente. Y no quiero entrar en el asunto del vapor iónico, aunque tiene gracia que después de toda la matraca que nos dan con los iones positivos y negativos que, poblando nuestro entorno, nos causan males sin cuento, ahora vengan éstos a vender la idea iónica como regeneradora de la piel.
No quiero ni pensar lo que van a ser capaces de simular los físicos y químicos teóricos que me rodean, cuando caigan en la cuenta de lo que les acabo de proporcionar.
Gracias al Chemical and Engineering News de mis amores y, más concretamente, a uno de sus blogs, denominado Central Science Newscript, he podido leer una entrada de Lauren Wolf en la que se hace eco de un catálogo de una empresa increíble que puede venderos cualquier cosa que se os ocurra. Algunas interesantes, mientras otras son absolutas patrañas, como el objeto de este post.
El aparatito que veis en la foto es algo parecido a esos nebulizadores en los que uno mete la nariz para que vapor de agua con un cierto toque mentolado te alivie las congestiones nasales. Pero este es algo más sofisticado y pretencioso y, de acuerdo con la propaganda, se trata de (traduzco literalmente) "un generador de vapor para una limpieza iónica facial. El dispositivo produce vapor iónico que penetra profundamente en los poros, proporcionando una profunda limpieza que rejuvenece y regenera la piel". El aparatito se vende por 295 $. Y, ¿cuál es su gracia, preguntareis mosqueados?. Otra vez traduzco literalmente: "la unidad emite moléculas de vapor iónico (???) ocho mil veces más pequeñas (toma nanotecnología!!) que las moléculas normales de agua, lo que les permite alcanzar capas profundas de la queratina, eliminando impurezas y elevando los niveles de humedad que revitalizan la piel". Y si no teníais poco con lo anterior, ahora el toquecito ecológico y quimifóbico, "el aparato usa agua normal de grifo y elimina, por tanto, la necesidad de jabones caros y otros productos químicos dañinos".
¡Pobre molécula de agua!. Tan "especial" y a la vez tan sencilla, omnipresente y barata. Los que me leeis ya habeis adquirido ciertas destrezas (que es como se llama ahora a que la gente aprenda) sobre lo pequeña que es una molécula de agua u otro producto químico similar. D. Lorenzo Romano Amedeo Carlo Avogadro di Quaregna e di Cerreto, Avogadro para los amigos, nos proporcionó, hace muchos años, la clave. Y gracias a ella, sabemos que en una gota de agua hay la friolera de 2.000.000.000.000.000.000.000 minúsculas moléculas de agua, cada una con su cabecita a base de oxígeno y sus dos bracitos acabados en dos hidrógenos. Y que son las mismas moléculas si esa gota de agua la calentamos y conseguimos transformarla en el vapor de agua que emite un puchero en ebullición.
Esa es la más minúscula expresión del agua. Y dar a entender que el engendro de 300 $ la puede dividir en 8000 entidades más pequeñas, es como cortarnos a nosotros en un cuidadoso picadillo y pretender, no ya que seamos los mismos, sino que seamos más listos y limpiemos más profundamente. Y no quiero entrar en el asunto del vapor iónico, aunque tiene gracia que después de toda la matraca que nos dan con los iones positivos y negativos que, poblando nuestro entorno, nos causan males sin cuento, ahora vengan éstos a vender la idea iónica como regeneradora de la piel.
No quiero ni pensar lo que van a ser capaces de simular los físicos y químicos teóricos que me rodean, cuando caigan en la cuenta de lo que les acabo de proporcionar.