jueves, 24 de abril de 2008

Levitando en hexafluoruro

La entrada sobre la voz de pito, consecuencia de la inhalación de helio, está dando mucho juego. Me han escrito emails algunos suscriptores, relacionados con la docencia, preguntándome sobre la peligrosidad del experimento. Nos hemos enterado, por un comentario colgado en el Blog, que la gente se suicida dándole al helio. En aquella entrada se mencionaba que el efecto contrario al del helio, una voz grave, se puede conseguir con el hexafluoruro de azufre, un gas que empleamos en nuestro laboratorio de prácticas de Química Física, para enseñar a nuestros alumnos cómo licúan los gases por efecto de la presión. Como consecuencia de mi cierta familiaridad con el fluido en cuestión, conozco muchos parámetros de ese gas, como su temperatura crítica, su densidad o su constante dieléctrica que hace, por ejemplo, que se emplee como aislante en instalaciones eléctricas estancas. Pero, a veces, conocer el dato no es sinónimo de explotar todas sus potencialidades. Y eso me ha pasado en este caso.

La "culpa" la ha tenido, una vez más, el incombustible Xabi Gutiérrez del Restaurante Arzak, que me pidió datos sobre esta sustancia despues de que alguien le mencionara que las cosas levitaban en ella. Enseguida derivé que el hecho de que este gas tenga una densidad varias veces mayor que el aire puede generar efectos curiosos. Es como tener un "cuasilíquido" invisible en el que flotan determinados objetos más o menos livianos. Pero como nada hay para explicar las cosas como la experiencia, aquí os van dos enlaces a YouTube. En el primero, podeis ver a gente de la Universidad alemana de Bonn llenando una especie de pecera con un gas proveniente de una bala. Evidentemente el gas no se ve. Pero al colocar en ese recipiente una lámina de aluminio en forma de barco, ésta flota muy por encima del fondo del recipiente. De hecho, se queda flotando en la superficie del hexafluoruro que, aunque no se ve, y en virtud de su densidad, ha ocupado la mayor parte del recipiente. Cogiendo con un vaso gas del fondo (de nuevo parece magia, porque en el vaso no se ve nada) y vertiéndolo en el barquito de aluminio, éste acaba hundiéndose cuando el aire que contenía es desplazado por el hexafluoruro que vertemos sobre él.

El segundo de los vídeos muestra a una simpática pareja de infantes que, además de explicar que el helio es menos denso que el aire mientras el hexafluoruro lo es más, repiten el experimento del vídeo anterior e inhalan uno y otro gas para mostrar, respectivamente, voces de tiple y de barítono.

Lo que el Búho ya no puede vaticinar es qué maravilla gastronómica acabará inventando el Gutiérrez con ésto...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mira tú por dónde, que llevo años con una bala de SF6 al lado y no sabía que tenía tales propiedades.

En cirugía oftalmológica se emplea SF6 para rellenar el globo ocular después de algunos procedimientos, como la cirugía de desprendimiento de retina. Se usa una dilución en aire al 20%, para que el gas no sufra el proceso de expansión como cuando se deja al 100% (si no el ojo "estalla"). La presión del gas mantiene adherida la retina a la pared ocular hasta que la cicatrización haga su efecto. Va desapareciendo paulatinamente en un par de semanas.

Pues hice la gracia de inhalar el SF6 y poner voz de bajo profundo, unas risas, y una carraspera que me quedó después. El truco del barquito no me funcionó (si se entera la seguridad social en qué gastamos el material sanitario...).

Otro gas usado con el mismo fin en oftalmología es el C3F8. ¿Me podrías comentar algo de la química y otras aplicaciones que tiene este compuesto? Gracias.

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