martes, 12 de julio de 2011

Antioxidantes

Bajo el nido del Búho hay una farmacia. Las boticarias son conocidas y, una, hasta golfista en el club de un servidor. La farmacia tiene varios escaparates grandes, como corresponde a su edad y condición, siempre llenos de propaganda en la que, sobre todo, se anuncian las potencialidades de una serie de productos que más que cuidar nuestra salud, perjudican el bolsillo de los que los compran. Muchos de ellos tienen que ver con esa moda imperante de todo tipo de cremas, comprimidos y preparados que contienen antioxidantes. Algunos, como el resveratrol, con avales hasta del propio CSIC. El Búho siempre ha pensado que esas cosas son puro marketing, similar a lo de los alimentos funcionales, como esa leche asturiana, anunciada por un periodista que se dice experto en nutrición, que nos promete bajar el colesterol malo con sólo bebernos un par de vasos de la misma al día.

En abril de 2007  el Premio Nobel de Medicina 2001, Sir Richard Timothy Hunt, Tim para los amigos, un bioquímico nacido en la ciudad de los Beatles, ironizaba en la rueda de prensa a la que le sometieron los periodistas locales, después de impartir en el Gran Bilbao una conferencia sobre "Envejecimiento y cáncer". Decía el bueno de Tim: "Podemos intentar dejar de respirar y, entonces, seguro que no nos morimos de cáncer", aludiendo al oxígeno como el principal generador de los radicales libres que parecen estar en el origen de muchos fenómenos cancerígenos. Con la misma ironía británica, y a propósito de preguntas sobre las bondades del consumo de frutas y verduras para cargarse a esos radicales, decía: "Lo que se sabe es que si comes bien, vives más, y si vives más, tienes más posibilidades de contraer un cáncer". Todo un manual para ansiosos de los males que nos rodean.

Pero da igual, el marketing es el marketing y los antioxidantes, asesinos de radicales, están de moda. Algunos, como el resveratrol hasta me viene bien, permitiéndome justificar mi consumo un poco desordenado de Riojas, Riberas y otras denominaciones de origen pero, entre nosotros, nunca me lo he creído del todo. Y ahora creo que mis sospechas se confirman.

Un artículo publicado en la web del Journal of Agricultural and Food Chemistry [J. Agric. Food Chem., 2011, 59 (13), pp 6837–6846] el último día de mayo de este año y firmado por grupos de cinco prestigiosas Universidades americanas y el propio Departamento de Agricultura del mismo país, pone en entredicho que el cargarse radicales libres con todo tipo de torpedos antioxidantes sea una operación inteligente. La tesis del artículo es que los radicales libres que contienen oxígeno (básicamente los radicales hidroxilo) son esenciales para el normal transcurso de ciertas funciones metabólicas y que su radical (nunca mejor dicho) exterminio puede dar la señal de alarma a ciertas células, que acaben finalmente desencadenando enfermedades crónicas.

Los autores terminan el artículo urgiendo a la industria alimentaria para que no abuse del uso de estos antioxidantes y estén à la page de lo que se vaya conociendo al respecto. Yo creo que, mientras tanto, vale más no gastarse mucho en productos de literal parafarmacia que nos vendan bajo la etiqueta de antioxidantes. Con estar casi siempre a la sombra y beber un poco de rico vinito creo que es suficiente.

11 comentarios:

Francisco dijo...

“Buenos días!!” Mi gritó una señora cuando salía de la Residencia donde vivo (armado de un paraguas que peleaba con el viento y se bañaba de txirimiri). Al regresar y contestar el saludo, ella me dijo que, a pesar de la inclemencia del clima, había que “plantar buena cara” para que todo fuese mejor. “Además, la lluvia es necesaria para proporcionar el verde hermoso de esta región” le dije yo, y continué mi camino con ánimo remozado.

La lectura del blog del Búho me recordó este encuentro, pues la reflexión que yo he obtenido, con la propuesta “buhífera” de hoy es que tras de cada salida de casa, tras de cada camino de trabajo, de cada aventura que nos proponemos, hay un porcentaje de riesgo (a veces proporcional a los réditos que podamos obtener). Frente a este riesgo se puede evaluarlo, cualificarlo y hasta cuantificarlo, de ser el caso y luego huir o enfrentarlo. Para no caer en el pánico (viendo peligros reales, imaginarios o desproporcionados) la Ciencia nos proporciona armas para “desfacer entuertos” y diferenciar a los molinos de viento de los “monstruos reales”. Esa tarea, con notable agudeza, la hace el Búho cada vez que se lo propone. A propósito, en los Cursos de Verano de la EHU estuvo agudo, mordaz y contundente. No obstante, debo recordar que, el mencionado búho, mantiene una deuda con el colectivo: escribir un libro!!!

Yanko Iruin dijo...

Gracias Francisco. Tu comentario es un buen complemento de la entrada, como debe de ser. En cuanto a lo del libro, igual tú eres editor y te apetece embarcarte en la aventura. Si no es así, va a ser complicado. Mejor no te digo los ejemplares vendidos de un libro de Polímeros que nos costó sangre escribir entre cuatro colegas.

Orges dijo...

Hombre, un librito no estaría mal. Seguro que habría más de una editorial a la que no le importaría (y seriamos muchos potenciales compradores).

En cuanto a los antioxidantes (y más concretamente el resveratrol), coincido contigo por completo. Siempre he mantenido que (salvo circunstancias excepcionales) el efecto de muchos de estos suplementos se resume en "mear caro". Pero no queda ahí la cosa. Existen ya un número importante de trabajos que cuestionan la salubridad de, por ejemplo, los suplementos de resveratrol y los de carotenos. De estos últimos, hasta tuvieron que suspender un megaensayo encaminado a estudiar sus efectos (supuestamente beneficiosos) sobre el desarrollo de algún tipo de cáncer, porque el grupo suplementado tenía niveles de incidencia llamativamente superiores.

Como en casi todo, en el equilibrio adecuado está el asunto, porque un exceso de compuestos derivados de la oxidación, va dejando rastros indelebles en material genético, proteínas, arterias..., que pueden degenerar en diferentes patologías.

Saludos veraniegos

Yanko Iruin dijo...

Gracias colega. Como siempre en estos temas, tener tu guinda es un lujo.

Urko dijo...

Buenas a todos:

Os dejo el último post de directo al paladar que casualmente también habla del resveratrol.
http://www.directoalpaladar.com/salud/el-resveratrol-podria-ayudar-a-recuperar-el-dano-cerebral-causado-por-la-diabetes

Saludos

Francisco dijo...

Mmm pues, si fuese creyente, respondería: "Dios proveerá", como no lo soy comentaré que: "algo se nos ocurrirá", puesto que, sin dudas, vale la pena pensar en ello.

Anónimo dijo...

Hola Buho,
Mi comentario llega con un poco de retraso (vacaciones y tal...) pero, al hilo de la propuesta editorial, te dejo un enlace que creo puede contribuir a la publicación de tu libro, para mayor satisfacción de tus lectores

http://www.lulu.com/education/higher_ed?cid=us_edu_home_higherEd

Saludos,

Yanko Iruin dijo...

Conozco bien Lulú. Soy seguidor impenitente del Blog eltamiz.com, que publica condensados de sus entradas en esa editorial. Pero yo ya he publicado un par de libros sobre polímeros en sendas editoriales españolas y americanas y ya he cumplido esa cuota del libro, árbol, hijo, al menos en lo que a libro se refiere. Y no voy a hacer más intentos. Además, ahora que me he pasado al twitter de 140 caracteres, ¿cómo coño voy a escribir un libro de 300 páginas?. Sería como volver a la prehistoria. Y, francamente, a mi edad...

gabriela dijo...

Como decía mi abuelita, "ni mucho que te quemes, ni poco que te hieles".

Hay gente que toma cientos de pildoritas de todos los colores pensando que está salvándose de ene enfermedades, pero no hay mejor que una alimentación variada. Esa es la palabra clave, Búho.

Centinel dijo...

Acabo de conocer tu blog y como dice mi sobrino...¡mola!
Ya tienes un nuevo seguidor. Y sobre los antioxidantes, pues eso:
http://elcentinel.blogspot.com/2007/03/informe-polmico-antioxidantes.html

Yanko Iruin dijo...

Gracias Centinel. Tú también tienes otro seguidor. Acabo de activar lo de Siguiendo en twitter.

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