jueves, 21 de agosto de 2008

Sobacos ecológicos

Uno ha sido toda su vida un activo militante contra el olor a sobaco, al haber tenido que sufrir generaciones de estudiantes que, en cierto porcentaje, se lavan poco. Distribuidos los apestados un poco al azar en el mogollón de un aula, y tras varias horas de clases, acceder a veces a ella es una auténtica heroicidad. Cuando hace ya muchos años, nuestro Rector Monreal, de infausta memoria, prohibió fumar en las aulas, yo reivindiqué que también fuera obligatorio ducharse con regularidad para acceder a una clase o un laboratorio. Asi que, como ya se intuye, esto va sobre desodorantes, un próspero negocio que mueve al año miles de millones de dólares y euros.

Hace unos días, en uno de esos suplementos que entregan con el periódico, me encontré con el anuncio de un desodorante de Sanex, bajo el reclamo publicitario de Eficacia Natural a base de Mineral de Alumbre. Alumbre es un nombre familiar para un químico viejo como yo. De forma genérica se trata de un sulfato hidratado doble de un metal de valencia tres y otro de valencia uno. Pero el más conocido de la familia es el alumbre potásico, un sulfato doble dodecahidratado de potasio y aluminio. Y esto último lo recalco, para la discusión posterior, porque la mayor parte de los minerales de alumbre utilizados en diversos ámbitos contienen aluminio como metal trivalente.

Como casi todo el mundo sabe, el sudor no huele. Lo que huele es la actividad biológica de las bacterias que viven como curas en las zonas sudadas de nuestro cuerpo. Cuando sudamos, las condiciones húmedas constituyen un medio ideal para su desarrollo en el que, además, encuentran sustancias con las que alimentarse. Así que, si no queremos oler, tenemos tres alternativas: cargarnos periódicamente las bacterias que se generen, sudar menos para que no proliferen o seguir siendo unos guarros pero, al menos, tapar el olor con algún otro aroma que lo enmascare. La mayor parte de los desodorantes tratan de buscar esos tres efectos, de manera simultánea, aunque en diferentes proporciones.

Para cargarnos a las bacterias se han utilizado tradicionalmente desodorantes con alcohol, aunque hoy están de capa caída y han sido sustituidos por otros bactericidas como el triclosan o algunos quelatos metálicos. En cuanto a buscar una menor sudoración, los antitranspirantes históricamente empleados en los desodorantes comerciales son derivados de aluminio, del tipo del clorhidrato de aluminio o compuestos más complicados de aluminio y zirconio. Aunque durante años se ha hablado del poder astringente de estos compuestos, que haría que los poros de la piel por los que surge el sudor se contrayeran, lo cierto es que la versión más moderna del efecto, comprobada por microscopía electrónica, indica la formación de un precipitado entre el aluminio y la proteína superficial de la piel, precipitado que bloquea los poros. Cuando esa capa externa se va muriendo y la piel vieja se cae, con ella se va también el precipitado y, por eso, la acción del antitranspirante es temporal.

El caso es que el aluminio tiene mala prensa. Hay algunos estudios que lo relacionan con cánceres de mama en personas con uso habitual de desodorantes. Hay ciertos indicios de conexión entre el aluminio y el Alzheimer y se han descrito también ciertos casos de hiperalumenia (con cansancio general y dolores en articulaciones). Así que no es de extrañar que si uno entra en algún foro sobre el uso de desodorantes, se encuentre con frases como la que yo he encontrado (sic) en uno de Vogue: "Chicas algun desodorante que no contenga ni aluminio ni nada de eso perjudicial pero que sea efectibo para el olor más que para el esceso de sudoración???? sabeis de alguno que sea muy efectivo para el olor??? ". Ya veis como está el patio en cuestiones de sudor y ortografía.

Y en esta atmósfera aparece Sanex ( y otras marcas) con su piedra, roca o mineral de alumbre y los sprays y rollers relacionados. Algo más viejo que mear en pared. El uso de piedras de alumbre para evitar olores corporales está descrito por Plinio, en tiempos de los romanos. Basta con mojarse la axila o zona a tratar y pasarse la piedra de alumbre por la misma. El mismo alumbre ha sido utilizado en los lápices hemostáticos para restañar pequeñas heridas durante el afeitado, algo que seguro que todo el mundo ha visto o usado alguna vez.

Pero si uno mira la información de los anuncios de Sanex, la palabra aluminio no aparece ni por casualidad. Otras marcas que venden esas piedras de alumbre, y productos con ellas manufacturados, son algo más honestas y en los envases colocan anuncios como "Sin aluminios dañinos" o "Sin clorhidrato de aluminio". Otras lo presentan como "Compuestos de aluminio naturales". Todo esto genera en los foros, a los que he hecho mención arriba, un auténtico galimatías de opiniones, que van desde declarar que "tranquilas, la piedra de alumbre no contiene aluminio" hasta "el aluminio de la piedra es natural, no tiene nada de química".

Desodorantes libres de aluminio existen en el mercado, tanto en perfumerías como en herboristerías. Todo es cuestión de probar y ver si a uno le abandonan antes o despues que los que contienen algún compuesto de aluminio. En el caso de las herboristerías a ver qué contienen. Pero que no os vendan al "peligroso" aluminio con el envoltorio de la piedra "natural" de alumbre. Es el mismo aluminio de toda la vida, esté en el sulfato de la piedra o en otro compuesto de síntesis. Que muy natural, muy mineral y todo eso es el talco, un silicato de magnesio con el que se han embadurnado y se embadurnan los culetes de muchas generaciones de infantes, y desde el año 1971 [J. Obstet. Gynaecol. Br. Commonw. 78, 266-72 (1971)] hay estudios sobre la posible incidencia de dichos polvos de talco en el cáncer de ovario. La cosa no ha ido muy lejos desde entonces y no pretendo asustar a nadie, pero puestos a encontrar algo natural de lo que existan sospechas cancerígenas no hay más que buscar.........

Nota: la foto de arriba es la portada de un libro Nancy Rica Shiff sobre empleos un poco raros.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. El tema de las glándulas cutáneas, el sudor y los olores da para hablar mucho. Básicamente hay tres tipos de glándulas en la piel: las sudoríparas ecrinas, las sudoríparas apocrinas y las sebáceas.

Los dos tipos de glándulas sudoríparas son totalmente distintas. Las ecrinas son las más abundantes en toda la piel, producen una secreción acuosa con algo de NaCl y otras sales, urea y trazas de otros compuestos (el sudor viene a ser como pis muy diluido). La secreción ecrina se estimula por el calor y por estímulos nerviosos.

Las glándulas apocrinas están en los lugares peludos del cuerpo: axilas, ojete, vello púbico, areola mamaria y, extrañamente, el conducto auditivo externo. En vez de secretar un ultrafiltrado plasmático como las ecrinas, las apocrínas secretan activamente mediante vesículas cargadas de un líquido denso y lechoso, con cantidad de precursores aromáticos y feromonas. No responden casi al calor, pero si a diversas hormonas y al sistema simpático.

La secreción apocrina ciertamente huele poco o nada al salir a la superficie cutánea, pero lamentablemente está diseñada para que huela. Los estafilococos y otros bichos se meriendan los precursores aromáticos y el resultado es una asquerosa mezcla de ácidos grasos de cadena corta (tipo butírico o caproico), indol, amoníaco, aminas diversas. Este proceso se ve favorecido por la humedad que generan las otras glándulas, las ecrinas, cuando el calor azota. El resultado se llama bromhidrosis, alias sobaquera.

La función esencial de las glándulas apocrinas es emitir señales aromáticas para comunicación, como para marcar territorio, buscar apareamiento y tal. Los mamíferos siempre tiran de estas señales, si no mirar cómo los perros huelen las apocrinas del ojete se sus congéneres. Lo malo es que teniendo internet, messenger, iphone y demás ya no necesitamos comunicarnos de tan primitiva manera.

Las glándulas sebáceas están en la raíz de los pelos y son responsables del olor a cabello sucio o de la roña que se acumula en orejas y detrás de ellas. Los quistes sebáceos son acumulaciones del sebo de estas glándulas. Cuando hay que operar para vaciar estos quistes se nota un penetrante olor similar al de quesos tipo Tete de Moine, Reblochon o Limburger, mmmmmmmm.

Yanko Iruin dijo...

Gracias Flatólogo. Eres mejor que Wikipedia. Te debo una en Donosti.

Anónimo dijo...

Hola Búho! la verdad es que me tengo que reir con tu forma tan sarcástica de escribir!

He leido ésto en un blog sobre la piedra de alumbre. ¿Es cierto? (copio y pego)

"El aluminio, de cuyos riesgos cancerígenos nos han alertado en ocasiones, es uno de los componentes de la piedra de alumbre natural y de la sintética. Ahora bien, no todas las formas de aluminio inciden del mismo modo en nuestra salud. En este caso no se trata de un elemento que se adhiera a la piel y, además, es eliminado de forma natural mediante la transpiración o al ducharnos. Los desodorantes clásicos sí que suelen contener hidratos de cloruro de aluminio que pasan a la sangre y, en este caso, sí que serían cancerígenos o podrían ir ligados al Alzhéimer."

Saludos, Esther

Yanko Iruin dijo...

Esther,

Sobre el aluminio leete también esto, que ha sido publicado más tarde en el Blog:

http://elblogdebuhogris.blogspot.com/2010/09/aluminio.html

Kate dijo...

Excelente artículo.
Nosotros seguimos leyendo desde el enarm 2017 online. saludos!

piedra de alumbre dijo...

sin duda el mejor desodorante, y encima natural

Yanko Iruin dijo...

Visto tu nick, eres parte interesada....

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