Hace hoy exactamente cuatro años no debía yo ver muy claro el futuro de este blog. Y, para sacudirme las incertidumbres, escribí un post que tomaba como base un libro de Ben Goldacre que estaba empezando a leer por encima. Goldacre es un conocido médico, académico y divulgador científico británico, conocido por sus libros Bad Science (2008), en el que se mete con la irracionalidad de determinadas formas de pseudociencia, y Bad Pharma (2012), en el que denuncia ciertas malas prácticas de la industria farmacéutica, a la hora de evaluar y promocionar algunos de sus medicamentos. El Búho prometía en esa entrada de abril de 2011 volver sobre algunos jugosos capítulos de la primera de esas obras pero, cosas de la vida, el día a día es muy complicado y lo prometido se ha quedado en nada. Aunque, mira por donde, cuatro años exactos después tengo un motivo.
Este Blog tiene devotos lectores en la Región de Murcia gracias a la propaganda que siempre me han hecho mis buenos amigos José M. López Nicolás y Dani Torregrosa. Uno de esos lectores impenitentes (Fran Méndez) me ha escrito recientemente para que le aclare dudas sobre un vídeo que ha circulado por la Región, en el que se cuestionaba la calidad del agua que se bebe tanto en Murcia capital como en otros muchos lugares de la Comunidad. El vídeo estaba aquí cuando publiqué la entrada (el lunes), pero al día siguiente desapareció. En el vídeo se proclamaba que a los murcianos les están dando a beber agua que contiene, literalmente, "restos orgánicos como heces o restos de animales, metales como plomo, mercurio, cobre...". Y, todo ello, supuestamente fundamentado sobre lo que se veía en el vídeo, en el que unos electrodos se introducían simultáneamente en agua de grifo de Murcia capital y en un agua embotellada de Nestlé. Ambas cambiaban de color pero la de Murcia se ponía mucho más oscura y con sustancias en suspensión.
Sólo con ver el vídeo y tener un poco de criterio químico era obvio el escaso conocimiento de sus autoras. Mezclan los conceptos de electrólisis y ósmosis. El magnesio les parece un metal pesado como el plomo cuando una visita a cualquier establecimiento naturista, a los que seguro que son adictas, les sacaría de su error de bulto. Se lían entre las cifras que dan del residuo seco en la etiqueta del agua embotellada y lo que leen en un medidor que emplean. Y todo así.
El “experimento” de estas ciudadanas tiene mucho que ver con unos “aparatos” que se venden para los llamados procesos de desintoxicación (détox), en los que la gente mete los pies en un baño con agua salada, agua a la que se aplican unos electrodos. El agua se va poniendo progresivamente oscura, tan oscura como su agua de Murcia aunque, en el vídeo, las autoras no hayan metido ni el pie ni la mano. La explicación que dan los timadores profesionales que venden el instrumento es que el agua se ha puesto oscura porque hemos eliminado las múltiples toxinas que los humanos acumulamos en nuestra deleznable vida cotidiana, toxinas que nos quitamos de encima, merced al invento, a través de los múltiples poros de la piel de nuestros pies. Si tenéis tiempo y os queréis divertir un rato (o quizás llorar), os puedo dejar un par de páginas web en las que se dan detalles sobre estos instrumentos de salud (ver aquí y aquí). No sé qué es más impactante si el texto promocional o los comentarios posteriores de los lectores.
El asunto de estas prácticas fraudulentas fue denunciado por Ben Goldacre en Bad Science. Si os hacéis con la versión en castellano [Mala Ciencia de Paidós (2011)], podéis encontrar el asunto en las páginas 18-21. Y ahí se explica que el color marrón no es sino consecuencia de que el hierro, constitutivo de los electrodos, se oxida a óxido de hierro (III) que, además de marrón, es insoluble en agua, lo que proporciona el depósito sólido. En su intento de desmontar el timo, Goldacre demostró que el agua se ponía igual de marrón tanto si un humano metía los pies para “desintoxicarse” como si se metían los pies una muñeca Barbie. En esas “máquinas” suelen poner agua con sal (cloruro sódico) o, lo que suena aún más “natural”, agua de mar. En el proceso de electrólisis que tiene lugar al aplicar los electrodos, además de la transformación de hierro en óxido de hierro (III), el cloruro de la sal pasa a cloro, que los usuarios detectan por su olor característico. Los timadores les convencen de que eso proviene del cloro de los plásticos (PVC) y otros productos clorados que absorbemos del aire o en la comida.
Pero, ¿por qué el agua de Murcia se ponía en el vídeo más oscura que la de la botella de marca en cuestión?. Pues he mirado un poco en la web de la empresa EMUASA, que es la que suministra agua a Murcia capital, y he encontrado los análisis realizados el pasado mes de marzo de este año que podéis ver aquí y que nos van a servir para una discusión posterior.
El llamado residuo seco, del que las autoras del vídeo no parecían estar muy enteradas, es el residuo que queda cuando eliminamos el agua que estamos analizando y que está constituido por las sustancias que, habitualmente, están disueltas en cualquier agua que en el mundo ha sido. Ese residuo seco puede variar mucho dependiendo del agua que analicemos. Un viejo análisis de la revista Consumer de Eroski, encontraba en España aguas como la de Bezoya con un residuo seco de 35 mg/L y otras como una habitual en cada de mis padres (Insalus) con valores como 816 mg/L, casi veinticinco veces mayor. Así que el hecho de que el agua de mesa del vídeo proporcione un valor de 24 o 42 (que las autoras no tienen claro) en su medidor y la de Murcia marque 280 tampoco tiene nada de particular. De hecho, esos medidores no miden directamente el residuo seco, sino una magnitud conocida como conductividad, que es otra forma de saber qué cantidad de sales tenemos disueltas en el agua analizada.
En la sexta fila del documento de EMUASA aparecen los valores de conductividad del agua de Murcia, dependiendo del punto geográfico en el que se ha realizado el muestreo. He cogido el punto P(01) porque la Avenida Príncipe de Asturias (el domicilio que se cita en el vídeo) está cerca de Espinardo (que conozco porque allí hay un Campus de la Universidad de Murcia y que aparece como receptor del agua analizada en ese punto de muestreo). Su conductividad que, repito, es debida a todos los iones disueltos en el agua, es casi 900 microSiemens/cm. Una conductividad muy elevada. Por ejemplo, el agua que llega a mi grifo en Donosti desde el embalse del Añarbe suele tener una conductividad de 60-70 microSiemens/cm. En cualquier caso, esos niveles de conductividad de Murcia están permitidos en el agua potable, como se puede ver en la última columna de la sexta fila del documento, donde se habla de un límite de 2500 microSiemens/cm. Otra cosa es quién se bebe un agua con ese contenido en sales o prefiera pasarse a una botella de agua de marca de baja mineralización aunque, eso sí, mil veces más cara.
Así que con ese más alto contenido en sales del agua de Murcia que, cuando se disuelven, se disocian en iones, esta conduce mejor la electricidad que la de mesa y, como consecuencia de ello, durante la electrólisis, se producen, de forma más abundante, procesos de oxidación/reducción de esos iones, dando lugar a toda una serie de otras sustancias químicas (elementos que se han reducido, compuestos oxidados, etc.) además del óxido de hierro (III) mayoritario, ya que el electrodo es de hierro puro. Ese proceso, en menor escala, también pasa en aguas de menor mineralización como la que se empleaba en el vídeo, que también se se coloreaba, aunque las autoras venían a decir que era normal. Y, lo que es más importante, esos procesos que dan lugar a la coloración y a la precipitación del óxido de hierro y otras sustancias, no tienen lugar si no llevamos a cabo un proceso un tanto bruto como es el de la electrólisis.
Así que mis amigos de Murcia pueden protestar por el sabor del agua de su grifo pero no se van a morir por ello y es lo que hay. A un servidor le llueve aquí un día sí y otro también y, gracias a ello, tiene el agua del Añarbe. Pero cada vez que decido ir a la playa o a jugar al golf tengo un número alto de posibilidades de mojarme. Y los murcianos no.
Este Blog tiene devotos lectores en la Región de Murcia gracias a la propaganda que siempre me han hecho mis buenos amigos José M. López Nicolás y Dani Torregrosa. Uno de esos lectores impenitentes (Fran Méndez) me ha escrito recientemente para que le aclare dudas sobre un vídeo que ha circulado por la Región, en el que se cuestionaba la calidad del agua que se bebe tanto en Murcia capital como en otros muchos lugares de la Comunidad. El vídeo estaba aquí cuando publiqué la entrada (el lunes), pero al día siguiente desapareció. En el vídeo se proclamaba que a los murcianos les están dando a beber agua que contiene, literalmente, "restos orgánicos como heces o restos de animales, metales como plomo, mercurio, cobre...". Y, todo ello, supuestamente fundamentado sobre lo que se veía en el vídeo, en el que unos electrodos se introducían simultáneamente en agua de grifo de Murcia capital y en un agua embotellada de Nestlé. Ambas cambiaban de color pero la de Murcia se ponía mucho más oscura y con sustancias en suspensión.
Sólo con ver el vídeo y tener un poco de criterio químico era obvio el escaso conocimiento de sus autoras. Mezclan los conceptos de electrólisis y ósmosis. El magnesio les parece un metal pesado como el plomo cuando una visita a cualquier establecimiento naturista, a los que seguro que son adictas, les sacaría de su error de bulto. Se lían entre las cifras que dan del residuo seco en la etiqueta del agua embotellada y lo que leen en un medidor que emplean. Y todo así.
El “experimento” de estas ciudadanas tiene mucho que ver con unos “aparatos” que se venden para los llamados procesos de desintoxicación (détox), en los que la gente mete los pies en un baño con agua salada, agua a la que se aplican unos electrodos. El agua se va poniendo progresivamente oscura, tan oscura como su agua de Murcia aunque, en el vídeo, las autoras no hayan metido ni el pie ni la mano. La explicación que dan los timadores profesionales que venden el instrumento es que el agua se ha puesto oscura porque hemos eliminado las múltiples toxinas que los humanos acumulamos en nuestra deleznable vida cotidiana, toxinas que nos quitamos de encima, merced al invento, a través de los múltiples poros de la piel de nuestros pies. Si tenéis tiempo y os queréis divertir un rato (o quizás llorar), os puedo dejar un par de páginas web en las que se dan detalles sobre estos instrumentos de salud (ver aquí y aquí). No sé qué es más impactante si el texto promocional o los comentarios posteriores de los lectores.
El asunto de estas prácticas fraudulentas fue denunciado por Ben Goldacre en Bad Science. Si os hacéis con la versión en castellano [Mala Ciencia de Paidós (2011)], podéis encontrar el asunto en las páginas 18-21. Y ahí se explica que el color marrón no es sino consecuencia de que el hierro, constitutivo de los electrodos, se oxida a óxido de hierro (III) que, además de marrón, es insoluble en agua, lo que proporciona el depósito sólido. En su intento de desmontar el timo, Goldacre demostró que el agua se ponía igual de marrón tanto si un humano metía los pies para “desintoxicarse” como si se metían los pies una muñeca Barbie. En esas “máquinas” suelen poner agua con sal (cloruro sódico) o, lo que suena aún más “natural”, agua de mar. En el proceso de electrólisis que tiene lugar al aplicar los electrodos, además de la transformación de hierro en óxido de hierro (III), el cloruro de la sal pasa a cloro, que los usuarios detectan por su olor característico. Los timadores les convencen de que eso proviene del cloro de los plásticos (PVC) y otros productos clorados que absorbemos del aire o en la comida.
Pero, ¿por qué el agua de Murcia se ponía en el vídeo más oscura que la de la botella de marca en cuestión?. Pues he mirado un poco en la web de la empresa EMUASA, que es la que suministra agua a Murcia capital, y he encontrado los análisis realizados el pasado mes de marzo de este año que podéis ver aquí y que nos van a servir para una discusión posterior.
El llamado residuo seco, del que las autoras del vídeo no parecían estar muy enteradas, es el residuo que queda cuando eliminamos el agua que estamos analizando y que está constituido por las sustancias que, habitualmente, están disueltas en cualquier agua que en el mundo ha sido. Ese residuo seco puede variar mucho dependiendo del agua que analicemos. Un viejo análisis de la revista Consumer de Eroski, encontraba en España aguas como la de Bezoya con un residuo seco de 35 mg/L y otras como una habitual en cada de mis padres (Insalus) con valores como 816 mg/L, casi veinticinco veces mayor. Así que el hecho de que el agua de mesa del vídeo proporcione un valor de 24 o 42 (que las autoras no tienen claro) en su medidor y la de Murcia marque 280 tampoco tiene nada de particular. De hecho, esos medidores no miden directamente el residuo seco, sino una magnitud conocida como conductividad, que es otra forma de saber qué cantidad de sales tenemos disueltas en el agua analizada.
En la sexta fila del documento de EMUASA aparecen los valores de conductividad del agua de Murcia, dependiendo del punto geográfico en el que se ha realizado el muestreo. He cogido el punto P(01) porque la Avenida Príncipe de Asturias (el domicilio que se cita en el vídeo) está cerca de Espinardo (que conozco porque allí hay un Campus de la Universidad de Murcia y que aparece como receptor del agua analizada en ese punto de muestreo). Su conductividad que, repito, es debida a todos los iones disueltos en el agua, es casi 900 microSiemens/cm. Una conductividad muy elevada. Por ejemplo, el agua que llega a mi grifo en Donosti desde el embalse del Añarbe suele tener una conductividad de 60-70 microSiemens/cm. En cualquier caso, esos niveles de conductividad de Murcia están permitidos en el agua potable, como se puede ver en la última columna de la sexta fila del documento, donde se habla de un límite de 2500 microSiemens/cm. Otra cosa es quién se bebe un agua con ese contenido en sales o prefiera pasarse a una botella de agua de marca de baja mineralización aunque, eso sí, mil veces más cara.
Así que con ese más alto contenido en sales del agua de Murcia que, cuando se disuelven, se disocian en iones, esta conduce mejor la electricidad que la de mesa y, como consecuencia de ello, durante la electrólisis, se producen, de forma más abundante, procesos de oxidación/reducción de esos iones, dando lugar a toda una serie de otras sustancias químicas (elementos que se han reducido, compuestos oxidados, etc.) además del óxido de hierro (III) mayoritario, ya que el electrodo es de hierro puro. Ese proceso, en menor escala, también pasa en aguas de menor mineralización como la que se empleaba en el vídeo, que también se se coloreaba, aunque las autoras venían a decir que era normal. Y, lo que es más importante, esos procesos que dan lugar a la coloración y a la precipitación del óxido de hierro y otras sustancias, no tienen lugar si no llevamos a cabo un proceso un tanto bruto como es el de la electrólisis.
Así que mis amigos de Murcia pueden protestar por el sabor del agua de su grifo pero no se van a morir por ello y es lo que hay. A un servidor le llueve aquí un día sí y otro también y, gracias a ello, tiene el agua del Añarbe. Pero cada vez que decido ir a la playa o a jugar al golf tengo un número alto de posibilidades de mojarme. Y los murcianos no.
Magnifico post, como siempre.
ResponderEliminarHace unos tres años, en la peluquería de toda mi vida, supongo que el vendedor de turno las “había engañado” y vendido un aparatito de esos de Detox. Las peluqueras me intentaron “vender” un tratamiento con el aparato, por ser clienta preferente, diciéndome que todas la clientas que lo habían probado estaban encantadas y mejorando de todas sus “males”. Fue en vano intentar explicarles que l s habían timado y que mejor no vendían ese tratamiento porque no dejaba de ser un timo. Ahora bien, no sé qué ocurrió pero al de unos pocos meses vi que ya no lo ofrecían en sus servicios,…..
Distinguido y estimado Profesor:
ResponderEliminarPareciera que lo único cierto, de lograr una "desintoxicación" con agua salada (concentración > 2 Kg de ClNa en 100 l de agua) es que, por el fenómeno de ósmosis, las "toxinas" del cuerpo pasarían al agua. El resto, puro timo!
Muchísimas gracias por sus excelentes aportes. Lo insto a que continúe con temas como éstos.
Cordial saludo
Mario Butticé
Argentina
Distinguido y estimado Profesor:
ResponderEliminarPareciera que lo único cierto, de lograr una "desintoxicación" con agua salada (concentración > 2 Kg de ClNa en 100 l de agua) es que, por el fenómeno de ósmosis, las "toxinas" del cuerpo pasarían al agua. El resto, puro timo!
Muchísimas gracias por sus excelentes aportes. Lo insto a que continúe con temas como éstos.
Cordial saludo
Mario Butticé
Argentina
Gracias Mario. Pero en el vídeo no hay cuerpo alguno. Solo dos vasos de agua diferentes en los que se meten los electrodos. Si no hay membrana (piel) no hay ósmosis.
ResponderEliminarConcretamente ¿ qué potencial de poder de desintoxicación , via ósmosis, se lograría si sumergimos todo el cuerpo en salmuera? ¿sería correcta la concentración de 2 kg de ClNa en 100 l de agua? Muchas Gracias! (Pensando en los baños termales)
ResponderEliminarNi idea Mario. Además creo que el cuerpo tiene sus propios mecanismos de eliminar toxinas (hígado y riñón).
ResponderEliminarA mí me ha llegado hoy el video por WhatsApp y me ha parecido alarmista y poco fiable...pero por otro lado hay noticias como esta que ya clamaban contra la calidad del agua en Murcia:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundo/2006/02/24/ciencia/1140773380.html
Y yo no tomaria de referencia los datos de la empresa que precisamente gestiona la calidad del agua...por eso de "Juez y parte"...
ResponderEliminarLo de Juez y parte es relativo. Para poder analizar los diferentes aspectos del agua destinada a consumo humano en España las empresas sumistradoras tiene que acreditar sus análisis ante la Agencia Española de Acreditación, ENAC. Así que el juez final es esta Agencia.
ResponderEliminarY en cuanto a lo del informe de la OCU tengo que decirte que hace tiempo que no me fío de lo que la OCU dice sobre el agua, ya sea de grifo o embotellada. No hace mucho decía (ejem) que rellenar botellas de plástico con agua de grifo era peligroso.... Si lo que te preocupa del agua de Murcia es su alta salinidad estoy de acuerdo. Si te preocupan los THMs que es lo que primero cita la OCU, es una preocupación con poco fundamento.