Este pirao que podeis ver mejor ampliando la imagen de la izquierda con un click sobre ella es Ibón Amatriain, un surfista de referencia en el Basque Country y al que conozco desde niño. Hermano pequeño de una de mis cuñadas y tío del famoso futbolista Mikel Arteta, ha conseguido vivir de esto sobre la base de jugarse el pellejo en olas como la que se ve en la foto, tomada en la famosa Planeixa o Playa Gris, entre Getaria y Zumaia. Estos días debe andar en su salsa porque me he enterado de que hay un Festival de Cine en Donosti (Surfilm Festibal) que va a llenarse de surferos de las más variadas procedencias. Y mientras leía la noticia en el Diario Vasco, algo ha hecho saltar la alerta bloguera que siempre llevo encendida.
En un artículo destinado a dar realce al evento, una periodista del DV ha colocado un par de columnas laterales en las que se cantan alabanzas sobre un nuevo traje de surf fabricado con un nuevo tipo de caucho que (copio literalmente) "pronto, sueñan los surfistas, derrotará al neopreno petrolizado". Se trata de un caucho producido por la firma Yulex a partir de la semilla de una planta: el guayule, "un arbusto casi mágico originario del desierto de Chihuahua" (y copio otra vez). Con tamaño planteamiento y mi cultura polimérica, ya tenía yo mi entrada de hoy.
De cauchos el Búho sabe algo. El marmotreto de 160 páginas que presenté como Tesis Doctoral en 1979, redactado con una de las primeras IBMs eléctricas del mercado y abundante Tippex, trataba de las propiedades en disolución de diferentes tipos de cauchos comerciales. Y del guayule también he mamado cosas, porque mi Director de Tesis, un personaje al que fascinaban los polímeros de origen natural como el almidón, la celulosa, los propios cauchos o las proteínas, había tenido algo que ver con los intentos llevados a cabo en España para la implantación de este vegetal en las zonas áridas del centro y sureste español, de cara a su empleo en la incipiente industria del caucho española. Esas experiencias se quedaron en nada en fechas tan lejanas como 1967.
El llamado caucho natural es un polímero que los químicos llamamos cis-poliisopreno y que se puede extraer de diversos árboles y arbustos, entre los que destacan, en terminología botánica, el llamado Hevea Brasiliensis y el propio guayule o Phartenium argentatum. Sobre los cauchos naturales podeis leer una vieja entrada de este Blog del año 2006. Mediante sangrado de heridas realizadas en los troncos del primero o mediante trituración de las ramas y hojas del segundo se genera el llamado látex que, tras una serie de procesos físicos y químicos que implican el uso de amoníaco y ácido fórmico, dan lugar a un material blandito (a veces ahumado) que puede ser usado en la fabricación de neumáticos de automóviles, guantes o condones, entre los usos más relevantes. En todos los casos, el caucho debe ser, además, vulcanizado, lo que se consigue mediante tratamientos con compuestos de azufre y calor. Si ese proceso no se llevara a cabo, estos productos no tendrían el carácter elástico que les es propio y, por tanto, no servirían de nada en las aplicaciones mencionadas.
Por tanto, desde el punto de vista del caucho a utilizar, ambas fuentes, Hevea y Guayule, producen el mismo polímero. Sin embargo, hay una sutil diferencia entre ambos cauchos que ha hecho reverdecer ultimamente el derivado del guayule. Y es que éste último no contiene restos de algunas proteínas que si contiene el fabricado con Hevea. Proteínas que son la causa de ciertas reacciones alérgicas que se producen en el uso prolongado de guantes y condones derivados de estos materiales. Pero ese reverdecer es todavía muy incipiente, como lo revelan el número de artículos científicos dedicados al poliisopreno derivado del guayule o el número de industrias dedicadas a su explotación. De hecho, creo que la mencionada Yulex es la única que ha apostado por el asunto, con una hábil utilización del marketing en un mundillo que mueve mucho dinero y que siempre ha estado ligado a modos de vida hippies o verdes.
Pero los químicos hace años que lograron sintetizar cis-poliisopreno en los laboratorios y en las empresas y, de hecho, hoy en día es el sintético el que más se usa en el ámbito del automóvil, aunque es cierto que el polisopreno natural tiene ciertas propiedades que el 100% sintético no tiene. E, igualmente, a finales de los años 20, el grupo de Wallace Carothers, en la DuPont, sintetizó el policloropreno o Neopreno, un primo del poliisopreno, en el que el grupo metilo de éste se sustituyó por un átomo de cloro. Muchos años avalan pues el uso de estos polímeros sintéticos en aplicaciones similares a los cauchos de origen natural.
Ya se que unos son naturales y otros artificiales. Pero conviene matizar que el que causa las alergias es un caucho de origen natural que tiene la debilidad de contener, además del polímero en cuestión, unas malvadas proteínas casualmente naturales. Y si, en esa moda que parece imponerse, no nos fijamos en los componentes como tales (el polisopreno es el mismo) sino en que uno ha sido mancillado por la mano del hombre y el otro lo ha producido un árbol, os recuerdo que uno y otro, para acabar siendo un guante o un traje de surf, tiene que sufrir variados procesos fisicos y químicos.
Una pena. Pero es así, por mucho que lo maquille la periodista de turno para que el Festival de Donosti quede más guay.
En un artículo destinado a dar realce al evento, una periodista del DV ha colocado un par de columnas laterales en las que se cantan alabanzas sobre un nuevo traje de surf fabricado con un nuevo tipo de caucho que (copio literalmente) "pronto, sueñan los surfistas, derrotará al neopreno petrolizado". Se trata de un caucho producido por la firma Yulex a partir de la semilla de una planta: el guayule, "un arbusto casi mágico originario del desierto de Chihuahua" (y copio otra vez). Con tamaño planteamiento y mi cultura polimérica, ya tenía yo mi entrada de hoy.
De cauchos el Búho sabe algo. El marmotreto de 160 páginas que presenté como Tesis Doctoral en 1979, redactado con una de las primeras IBMs eléctricas del mercado y abundante Tippex, trataba de las propiedades en disolución de diferentes tipos de cauchos comerciales. Y del guayule también he mamado cosas, porque mi Director de Tesis, un personaje al que fascinaban los polímeros de origen natural como el almidón, la celulosa, los propios cauchos o las proteínas, había tenido algo que ver con los intentos llevados a cabo en España para la implantación de este vegetal en las zonas áridas del centro y sureste español, de cara a su empleo en la incipiente industria del caucho española. Esas experiencias se quedaron en nada en fechas tan lejanas como 1967.
El llamado caucho natural es un polímero que los químicos llamamos cis-poliisopreno y que se puede extraer de diversos árboles y arbustos, entre los que destacan, en terminología botánica, el llamado Hevea Brasiliensis y el propio guayule o Phartenium argentatum. Sobre los cauchos naturales podeis leer una vieja entrada de este Blog del año 2006. Mediante sangrado de heridas realizadas en los troncos del primero o mediante trituración de las ramas y hojas del segundo se genera el llamado látex que, tras una serie de procesos físicos y químicos que implican el uso de amoníaco y ácido fórmico, dan lugar a un material blandito (a veces ahumado) que puede ser usado en la fabricación de neumáticos de automóviles, guantes o condones, entre los usos más relevantes. En todos los casos, el caucho debe ser, además, vulcanizado, lo que se consigue mediante tratamientos con compuestos de azufre y calor. Si ese proceso no se llevara a cabo, estos productos no tendrían el carácter elástico que les es propio y, por tanto, no servirían de nada en las aplicaciones mencionadas.
Por tanto, desde el punto de vista del caucho a utilizar, ambas fuentes, Hevea y Guayule, producen el mismo polímero. Sin embargo, hay una sutil diferencia entre ambos cauchos que ha hecho reverdecer ultimamente el derivado del guayule. Y es que éste último no contiene restos de algunas proteínas que si contiene el fabricado con Hevea. Proteínas que son la causa de ciertas reacciones alérgicas que se producen en el uso prolongado de guantes y condones derivados de estos materiales. Pero ese reverdecer es todavía muy incipiente, como lo revelan el número de artículos científicos dedicados al poliisopreno derivado del guayule o el número de industrias dedicadas a su explotación. De hecho, creo que la mencionada Yulex es la única que ha apostado por el asunto, con una hábil utilización del marketing en un mundillo que mueve mucho dinero y que siempre ha estado ligado a modos de vida hippies o verdes.
Pero los químicos hace años que lograron sintetizar cis-poliisopreno en los laboratorios y en las empresas y, de hecho, hoy en día es el sintético el que más se usa en el ámbito del automóvil, aunque es cierto que el polisopreno natural tiene ciertas propiedades que el 100% sintético no tiene. E, igualmente, a finales de los años 20, el grupo de Wallace Carothers, en la DuPont, sintetizó el policloropreno o Neopreno, un primo del poliisopreno, en el que el grupo metilo de éste se sustituyó por un átomo de cloro. Muchos años avalan pues el uso de estos polímeros sintéticos en aplicaciones similares a los cauchos de origen natural.
Ya se que unos son naturales y otros artificiales. Pero conviene matizar que el que causa las alergias es un caucho de origen natural que tiene la debilidad de contener, además del polímero en cuestión, unas malvadas proteínas casualmente naturales. Y si, en esa moda que parece imponerse, no nos fijamos en los componentes como tales (el polisopreno es el mismo) sino en que uno ha sido mancillado por la mano del hombre y el otro lo ha producido un árbol, os recuerdo que uno y otro, para acabar siendo un guante o un traje de surf, tiene que sufrir variados procesos fisicos y químicos.
Una pena. Pero es así, por mucho que lo maquille la periodista de turno para que el Festival de Donosti quede más guay.
Tenía la idea, quizás equivocada, de que el neopreno era el caucho favorito en indumentaria acuática. aunque nunca tuve claro por qué razón. Si fuese así, sería posible reemplazar el neopreno por guayule en tales aplicaciones?
ResponderEliminarYo también tenía esa idea. Veremos que recorrido tienen los trajes de Guayule que va a presentar Yulex en el marco del Festival que menciono.
ResponderEliminarYa veremos cómo anda el guayule...porque si se usan ramas y hojas, quiere decir que habrá que plantar grandes extensiones, una y otra vez...es decir, ¿perderemos bosques para esto? Entonces, el precio será mayor?
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