Hace más de un mes y concediéndome un grado de enciclopedismo que no tengo, una de las compañeras que habitan el despacho contiguo al mío en la Facultad, me mandaba un correo electrónico al que acompañaba dos cosas. Un anuncio de esas barritas que utilizan los pescadores como indicadores luminosos para pescar a corcho por las noches y un link a Wikipedia. Me pedía ayuda para entender la Química subyacente en esos dispositivos luminosos. Y todo parecía cuadrar en el mensaje porque el nombre comercial del dispositivo luminoso era Starlite y ese mismo nombre aparecía en el link a Wikipedia. Pero, como la vida misma, la cosa ha resultado más complicada de lo que parecía. Así que vamos por partes.
Muchos de vosotros habreis visto o incluso experimentado con estos bastones o bastoncillos luminosos. Básicamente es una especie de tubo de plástico que doblándolo en el sitio adecuado, provoca la rotura de un recipiente interno, lo que da lugar, a su vez, a la mezcla y reacción de ciertos reactivos contenidos en el interior y que, finalmente, consiguen que el bastón se ilumine, algo especialmente palpable en la oscuridad. Esa iluminación sin necesidad de corriente eléctrica normal, o pila que la sustituya, puede resultar sumamente útil en situaciones de emergencia o en variados usos militares, pero tambien para divertimento del personal, ya sea pescando, organizando un party nocturno a la americana o llevándose algun chisme de éstos a una discoteca para epatar a los colegas, aprovechando la oscuridad "natural" de los antros de perdición.
Los dispositivos anteriores están basados en ciertos procesos químicos que son capaces de liberar energía en forma de luz. Sobre ellos ya hemos hablado en detalle en otras entradas, quizás la más importante sea la dedicada a Oliver Sacks. En concreto, en el interior del bastón a iluminar debe haber al menos tres componentes o reactivos. Dos de ellos deben reaccionar y proporcionar una cierta cantidad de energía que un tercero capta para, con ella, ser capaz de emitir luz. Hay muchas patentes sobre estos dispositivos (por cierto, la mayor parte de ellas asignadas a la Armada americana). Pero una receta típica que aparece en la propia Wikipedia y otros sitios (los docentes y curiosos podeis ver aquí un vídeo sobre el proceso) es la que implica la reacción entre el agua oxigenada encerrada en una parte del bastón y separada de otra disolución que contiene difenil oxalato y un colorante fluorescente. La diferente naturaleza de éste último es el que condiciona los distintos colores, como los que se ven en la foto de la entrada.
La explicación del proceso, tipo cuento de Blancanieves, es que la reacción entre el agua oxigenada y el oxalato proporciona suficiente energía como para mover a los electrones del colorante a un estado excitado. Cuando aquellos vuelven a su estado natural, el exceso de energía se elimina en forma de una luz visible para nuestros ojitos. Pero el dispositivo en cuestión está lejos de ser un angelito ecológico. El resultado de la reacción, una vez doblado el bastón, es la obtención de fenol y de un inestable peroxiéster que, al descomponerse, produce más fenol y un compuesto cíclico que todavía contiene el enlace peróxido. Ese compuesto cíclico acaba finalmente produciendo CO2 y la cantidad de energía suficiente para excitar al colorante. Así que, dados los productos finales, no es muy adecuado montarse un party en plena naturaleza alumbrándose con estos dispositivos y dejándolos luego a su bola. Ni, como ya se ha hecho con graves consecuencias para los insensatos, romper el bastón e impregnarse la piel, o incluso beberse el contenido del mismo, en la consecución de "efectos especiales." El destino más normal es el Servicio de Urgencias más próximo.
Pero volvamos al comienzo. Espero que con lo escrito hasta ahora haya resuelto las dudas de mi colega en lo tocante a uno de estos productos que se venden para pescar de noche (de marca Starlite). Pero el link a Wikipedia al que arriba he hecho referencia resulta no tenía nada que ver con nuestros bastoncillos emisores de luz, sino con un producto casi milagroso, también de nombre Starlite. Se trata de un material cuya composición está celosamente guardada pero que parece contener, según su inventor, polímeros y copolímeros junto con cerámicas y otros aditivos inorgánicos del tipo de los boratos. El conjunto parece aguantar temperaturas de varios miles de grados sin arder y, aunque no he podido encontrarlo, debe andar por ahí un vídeo de la BBC en el que se ve como envuelven un huevo en ese material, atacan el conjunto con un soplete durante varios minutos y, al final, el huevo sigue tan pichi, demostrando también el impresionante poder aislante del "otro" Starlite. Y todo ello a pesar de que un 90% de él esté constituido por polímeros, bastante enclenques, por lo general, en lo que a resistencia al calor se refiere.
Todo muy raro. Pero parece que varios organismos de Defensa y la propia NASA anduvieron en su día en negociaciones con el inventor, Maurice Ward, un excéntrico inglés sin estudios superiores, que al final siempre se escurría. En los últimos años el producto parece haber desaparecido de los periódicos y de la propia red. ¿Un bluff?. ¿Alguien se ha quedado definitivamente con el material del siglo y lo tiene bien escondido?. Ni idea. Pero el nombre de Starlite va a seguir almacenado en el disco duro que El Búho tiene en la parte posterior de sus ojitos incansables. Al menos, mientras no empiece a fallar el citado disco, que mucho no falta ya...
ACTUALIZACIÓN (14 de junio): Como veis abajo en los comentarios un anónimo me ha dejado dos links, uno de un reportaje de la BBC con el experimento del huevo que arriba mencionaba y otro de una TV americana sobre el excéntrico Mr. Ward.
Muchos de vosotros habreis visto o incluso experimentado con estos bastones o bastoncillos luminosos. Básicamente es una especie de tubo de plástico que doblándolo en el sitio adecuado, provoca la rotura de un recipiente interno, lo que da lugar, a su vez, a la mezcla y reacción de ciertos reactivos contenidos en el interior y que, finalmente, consiguen que el bastón se ilumine, algo especialmente palpable en la oscuridad. Esa iluminación sin necesidad de corriente eléctrica normal, o pila que la sustituya, puede resultar sumamente útil en situaciones de emergencia o en variados usos militares, pero tambien para divertimento del personal, ya sea pescando, organizando un party nocturno a la americana o llevándose algun chisme de éstos a una discoteca para epatar a los colegas, aprovechando la oscuridad "natural" de los antros de perdición.
Los dispositivos anteriores están basados en ciertos procesos químicos que son capaces de liberar energía en forma de luz. Sobre ellos ya hemos hablado en detalle en otras entradas, quizás la más importante sea la dedicada a Oliver Sacks. En concreto, en el interior del bastón a iluminar debe haber al menos tres componentes o reactivos. Dos de ellos deben reaccionar y proporcionar una cierta cantidad de energía que un tercero capta para, con ella, ser capaz de emitir luz. Hay muchas patentes sobre estos dispositivos (por cierto, la mayor parte de ellas asignadas a la Armada americana). Pero una receta típica que aparece en la propia Wikipedia y otros sitios (los docentes y curiosos podeis ver aquí un vídeo sobre el proceso) es la que implica la reacción entre el agua oxigenada encerrada en una parte del bastón y separada de otra disolución que contiene difenil oxalato y un colorante fluorescente. La diferente naturaleza de éste último es el que condiciona los distintos colores, como los que se ven en la foto de la entrada.
La explicación del proceso, tipo cuento de Blancanieves, es que la reacción entre el agua oxigenada y el oxalato proporciona suficiente energía como para mover a los electrones del colorante a un estado excitado. Cuando aquellos vuelven a su estado natural, el exceso de energía se elimina en forma de una luz visible para nuestros ojitos. Pero el dispositivo en cuestión está lejos de ser un angelito ecológico. El resultado de la reacción, una vez doblado el bastón, es la obtención de fenol y de un inestable peroxiéster que, al descomponerse, produce más fenol y un compuesto cíclico que todavía contiene el enlace peróxido. Ese compuesto cíclico acaba finalmente produciendo CO2 y la cantidad de energía suficiente para excitar al colorante. Así que, dados los productos finales, no es muy adecuado montarse un party en plena naturaleza alumbrándose con estos dispositivos y dejándolos luego a su bola. Ni, como ya se ha hecho con graves consecuencias para los insensatos, romper el bastón e impregnarse la piel, o incluso beberse el contenido del mismo, en la consecución de "efectos especiales." El destino más normal es el Servicio de Urgencias más próximo.
Pero volvamos al comienzo. Espero que con lo escrito hasta ahora haya resuelto las dudas de mi colega en lo tocante a uno de estos productos que se venden para pescar de noche (de marca Starlite). Pero el link a Wikipedia al que arriba he hecho referencia resulta no tenía nada que ver con nuestros bastoncillos emisores de luz, sino con un producto casi milagroso, también de nombre Starlite. Se trata de un material cuya composición está celosamente guardada pero que parece contener, según su inventor, polímeros y copolímeros junto con cerámicas y otros aditivos inorgánicos del tipo de los boratos. El conjunto parece aguantar temperaturas de varios miles de grados sin arder y, aunque no he podido encontrarlo, debe andar por ahí un vídeo de la BBC en el que se ve como envuelven un huevo en ese material, atacan el conjunto con un soplete durante varios minutos y, al final, el huevo sigue tan pichi, demostrando también el impresionante poder aislante del "otro" Starlite. Y todo ello a pesar de que un 90% de él esté constituido por polímeros, bastante enclenques, por lo general, en lo que a resistencia al calor se refiere.
Todo muy raro. Pero parece que varios organismos de Defensa y la propia NASA anduvieron en su día en negociaciones con el inventor, Maurice Ward, un excéntrico inglés sin estudios superiores, que al final siempre se escurría. En los últimos años el producto parece haber desaparecido de los periódicos y de la propia red. ¿Un bluff?. ¿Alguien se ha quedado definitivamente con el material del siglo y lo tiene bien escondido?. Ni idea. Pero el nombre de Starlite va a seguir almacenado en el disco duro que El Búho tiene en la parte posterior de sus ojitos incansables. Al menos, mientras no empiece a fallar el citado disco, que mucho no falta ya...
ACTUALIZACIÓN (14 de junio): Como veis abajo en los comentarios un anónimo me ha dejado dos links, uno de un reportaje de la BBC con el experimento del huevo que arriba mencionaba y otro de una TV americana sobre el excéntrico Mr. Ward.
Aquí tienes un enlace de youtube con el experimento del huevo
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=RxqFyDugqs4
y sus posibles aplicaciones
http://www.youtube.com/watch?v=EDJNCIr2-JM&feature=related
aunque la pinta del tipo parece más de un charlatán que de un científico
Sigue así, búho
Gracias Anónimo. He actualizado la entrada con una nota al final haciendo referencia a los links que me has enviado.
ResponderEliminarY gracias también a Barrasto. Trataré de verme los extensos vídeos que me has mandado y ver si la información tiene acomodo en la filosofía del Blog.
me sonaba bien eso de palos luminosos, pero si generan un producto tan tóxico, ya deja de ser divertido :-(
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