jueves, 18 de julio de 2024

Marketing científico en los medios


Con una cierta periodicidad, recibo emails personales de lectores (y sobre todo lectoras) que se han alarmado por noticias que leen en los medios sobre los posibles peligros de determinadas sustancias químicas que aparecen en lo que comemos, bebemos, respiramos o tocamos. En casi todos los casos, las fuentes son medios de comunicación que propagan noticias casi idénticas que provienen de oficinas de prensa de Universidades o Instituciones científicas, con entrevistas adicionales con investigadores implicados en los artículos científicos que proporcionan los “jugosos” titulares. En estos últimos días, una lectora que me ha escrito otras veces, pero a la que no conozco personalmente, y un antiguo estudiante y viejo amigo, me han mandado dos noticias que, por su proximidad en el tiempo y su procedencia, me han proporcionado un creo que interesante hilo del que tirar.

Ambas noticias provenían del diario ABC, aunque se han publicado igualmente en otros medios. En una de ellas, del 15 de julio, el titular rezaba, “El caucho de los parques infantiles bajo la lupa del CSIC: «Tiene una toxicidad crónica»”. Anteriormente, el 13 de julio, otra noticia decía “El CSIC detecta tóxicos en envases plásticos y alerta del riesgo de su transferencia a los alimentos al calentarlos”, aunque lo que llamó la atención a mi comunicante no fue ese titular sino el hecho de que la noticia hablara específicamente del caso de las tortillas que se venden en supermercados, listas para calentar y comer. Ambas noticias provenían de un Instituto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Barcelona y su portavoz era la Directora del mismo y, según parece, coautora de los artículos generadores de ambas noticias. Y lo de parece lo voy a explicar en los siguientes párrafos.

En ambas noticias los compuestos analizados y potenciales fuentes de peligro son los ésteres organofosforados (OPE, en su acrónimo en inglés), unos compuestos químicos que se suelen usar como retardantes a la llama en diferentes tipos de plásticos para prevenir así incendios fortuitos en electrodomésticos, fibras, muebles y una larga lista de cosas. Los OPEs también se pueden usar como plastificantes, es decir, para hacer que un plástico rígido se vuelva más blandito.

En el caso de la noticia sobre las tortillas preparadas, además de los citados OPEs, también parece que se analizó otra familia de plastificantes mucho más conocidos, los ftalatos. Pero tendremos que creer al medio y a la Directora porque dicho estudio no se ha publicado aún, como reconoce ABC en su noticia.

En el caso de las alarmas diseminadas sobre los cauchos en parques infantiles, las aseveraciones de la mencionada Directora tampoco provenían de un artículo científico ya publicado, como me he encargado de comprobar hoy mismo usando herramientas de bibliografía al uso. No se dice si está en fase de publicación (supongamos que si) pero ABC apunta que hay que “esperar a 2025 para que el CSIC publique la segunda parte de la investigación, que determinará el alcance de la exposición humana a esos compuestos”. En resumen, en esas dos noticias, ABC ha dado eco a tres artículos científicos aún no publicados.

Y se preguntarán algunos de mis lectores. Y, a este tocapelotas del Búho, ¿qué más le da si la noticia se publica antes (bastante antes en algún caso) que el artículo que da pie a la noticia?. Pues la razón es sencilla de explicar. Uno es un jubilata con tiempo y medios para bucear en la bibliografía que se produce en variados temas que me interesan. Y cuando recibo una noticia del pelo de las que comento, me gusta ir a buscar las fuentes de los datos que deberían subyacer tras la misma, esto es, ir al artículo original. Si no lo hay, la verificación es imposible. Y pudiera ocurrir que, cuando finalmente se publique, una consideración detallada del artículo en cuestión no cuadre con los titulares ni con las notas de prensa de Universidades e Instituciones. Pero el daño ya está hecho y diseminado.

Por ejemplo, los mismos OPEs, el mismo Centro del CSIC y la misma Directora/investigadora estuvieron detrás de otro estudio publicado a principios de 2022 y que la autora ya se encargó de publicitar año y medio antes en La Vanguardia. Se habían detectado OPEs en el 100% de una serie de sardinas, anchoas y merluzas del Mediterráneo español, en cantidades entre 0,3 y 73 nanogramos. Luego se publicó el artículo y en los Aspectos a destacar (Highlights) iniciales, se dejan bien claras dos cosas. Una: “El riesgo humano asociado al consumo de esos pescado no mostró ninguna amenaza en relación con la ingesta de OPEs”. Y dos: “Los resultados sugirieron la ausencia de biomagnificación de OPE”. Os recuerdo que biomagnificación es la tendencia de algunos productos químicos a acumularse a lo largo de la cadena trófica, exhibiendo concentraciones sucesivamente mayores al ascender en esa cadena. En resumen, el propio artículo destaca que no hay muchos motivos para la alarma que, para entonces, ya habían difundido casi todos los medios y que, obviamente, no aclararon después lo que acabo de aclararos.

Este desencuentro entre lo que parecen sugerir los titulares de las noticias y lo que luego se topa uno en el artículo original también ocurrió en otro caso en el que también estaban implicados los OPEs y el mismo Centro del CSIC y del que di cuenta en una entrada anterior. En una noticia de La Vanguardia del 3 de mayo del pasado año se decía en titulares que "Las bebidas azucaradas tienen niveles de plastificantes 100 veces superiores a los del agua", algo que, en la noticia, explicaba la Directora del Centro. Pero si uno se iba al artículo original y buceaba en un prolijo párrafo (el último del apartado 3.4), en el que se calculaba la peligrosidad de las cantidades de esos OPEs que los autores estimaban que ingerimos los españoles a través de bebidas azucaradas y aguas de grifo y embotelladas, uno se encontraba con que esas cantidades eran desde miles hasta miles de millones de veces más pequeñas que las consideradas peligrosas.

Otra cosa habitual en este tipo de noticias es que los investigadores aprovechan la aparición en los medios para, además de dar cuenta de sus estrictas investigaciones, publicadas o nonatas, pontificar u opinar sobre cosas que ellos no han cuantificado en los datos publicados. Por ejemplo, la Directora e investigadora a la que hemos hecho repetida referencia, usa el resto de la noticia sobre las tortillas precocinadas para difundir una panoplia de aseveraciones alarmantes sobre variadas sustancias químicas que, a la espera de que se publique el artículo mencionado, intuyo que tienen poco que ver con las tortillas.

Y así, nos alerta sobre la peligrosidad de OPEs y ftalatos, los males que pueden causar y nos da consejos para paliar esos males, como evitar el que los alimentos estén en contacto con plásticos o ventilar bien nuestras casas para no ingerir el polvo que pudieran contener partículas de plástico con estos plastificantes. No podían faltar, en los tiempos que corren, sus menciones al bisfenol A o a los compuestos perfluorados, para acabar con una diatriba a las Instituciones europeas por no tener mano dura con el uso de estas y otras sustancias, que podrían provocar el incremento de casos de cáncer o la falta de atención en el estudio de los niños. Afirmaciones harto complicadas de probar (véase, por ejemplo, el último informe de la American Cancer Society y sus figuras 1 y 2). De aquí al activismo plastifóbico hay poco camino que recorrer.

Así que me voy a dejar unas alertas en mi móvil para confirmar, en unos meses, si los artículos no publicados han aparecido o no. Particularmente el de las tortillas.

Y ya que estamos en pleno verano, en el que abundan festivales musicales al aire libre, la música de hoy está grabada en uno de ellos, celebrado en Frankfurt en agosto de 2016. Es el famoso Danzón nº 2 de Arturo Márquez, con la Frankfurt Radio Symphony dirigida por el colombiano Andrés Orozco-Estrada. Dura más de diez minutos pero no he encontrado extractos más cortos. En cualquier caso, si yo pudiera hacer ese extracto, cortaría la grabación en el minuto 3:53. Espero que más de uno aguantéis hasta el final.

11 comentarios:

  1. Muchas grzs x tu interesante artículo y la claridad con que explicas los titulares extraidos con intencionalidad no informativa.
    Si me permites una consulta: todos los estudios que se hacen en isntituciones públicas ( universidades, centros de investigacion, etc) son accesibles gratuitamente en España? Como entiendo deberia ser lógico ya que ha sido financiado x todos nosotros.
    Creo que hay otros paises, quiero recordar Australia, donde es así.

    Grzs de nuevo x tu post

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  2. El Gobierno aprobó en mayo del pasado año una partida de 24 millones de € para ir hacia esa accesibilidad publica de todos los trabajos financiados con dinero público. A ver en qué queda. No se te escapará que las editoriales, motores de búsqueda, etc. obtienen pingües beneficios de todo lo que rodea las publicaciones científicas. Así que yo hasta que no lo vea operativo no me lo creo. Y si se implanta ya veremos cómo y qué efectos tiene.

    Por ahora, si quieres acceder a trabajos en revistas serias, tienes que tener algún acceso a través de las Universidades o centros del CSIC. A este pobre jubilado, la Universidad en la que se ha dejado la piel durante 40 años, le quitó ese acceso AL DIA SIGUIENTE DE JUBILARSE. Menos mal que uno sigue teniendo colegas, antiguos estudiantes y amigos que me facilitan la obtención de los trabajos originales. Y menos mal que muchos artículos salen en abierto. Y gracias a que sigo pagando mi cuota anual de la American Chemical Society, que me da acceso a muchas revistas serias. Porque, sin esas ayudas, el Blog andaría corto de recursos.

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  3. Magnífico artículo contra la quimiofobia, una vez más. Enhorabuena de otra Química 😉

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  4. En verdad mas de algún medio periodístico parece que carece de la mas mínima perspectiva ética al momento de divulgar noticias pseudocientíficas, muchas veces con comunicadores que tienen de analístas críticos objetivos sobre la información (no solo científica, sino también de otra índole como financiera, cultural, histórica, etc), lo que yo tengo de crack de futbol soccer...

    Gracias por brindar una perspectiva objetiva tanto en esto como en otros temas tratados anteriormente.

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  5. Excelente artículo que refuerza el mundo de desinformación en el que nos movemos. Más grave es el apellido de "Científico" que se añade y que hace dudar de cualquier otra noticia del sector.
    Muchas gracias por luchar contra las "Scientific fake news".

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  6. La labor que haces es fundamental, sin gente como tu estaríamos ciegos, ahora nos tienen tuertos, pero el que quiere no esta ciego.
    Pongo otro ejemplo que creo también es digno de admiración:
    https://www.fpcs.es/escuela-de-calor-2024/
    Muchas gracias

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  7. ¡Hola! Como siempre, GRACIAS, por ser luz en medio de tanta oscuridad 😔 Aqui una madre luchando cada dia contra su quimiofobia. Esos titulares no ayudan, pero este blog si, y mucho. Es mi biblia 😅
    Estaré atenta a los resultados de esos estudios, sobretodo, el que me interesa, el del caucho en los parques (y colegios).
    Gracias

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  8. Gracias amiga. Aquí seguiré mientras el cuerpo aguante.

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  9. El texto plantea una perspectiva crítica sobre cómo los medios abordan ciertos temas científicos, y esto también puede aplicarse a la forma en que se manejan otras áreas de información en los medios, como los servicios de entretenimiento, por ejemplo, en la renta de inflables para eventos. La manera en que se presentan los riesgos o beneficios de diferentes productos o servicios también puede estar influenciada por la narrativa mediática, lo que resalta la importancia de una verificación exhaustiva de las fuentes, tanto en la ciencia como en otros sectores, para evitar malentendidos o exageraciones.

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