La figura que veis a la izquierda es lo más suave que podeis encontrar en la web si poneis en Google la palabra aspartame (en inglés) o aspartamo (en castellano). Lo más normal es encontrar imágenes más tremebundas, que asocian este edulcorante con males sin cuento para la salud de las personas. Ya sé, por otro lado, que hay gente que no se cree lo que dicen las agencias que velan por nuestra salud. Tampoco es de extrañar, visto el maremagnum en el que nos meten algunos, como la Ministra de Sanidad española con la legalización de los preparados homeopáticos, pero yo prefiero leerme este informe de 263 páginas, producido por científicos que trabajan para la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que el mismo número de páginas web sobre el tema redactadas por oscuras gentes que pululan por internet.
Con ese informe, publicado el lunes, la EFSA ha cumplido lo que había prometido hace meses, en el sentido de reconsiderar, a la vista de nuevos estudios, la seguridad de consumir alimentos que contengan el aditivo alimentario E 951 o, lo que es lo mismo, el edulcorante artificial conocido con el nombre de aspartamo, presente en muchas comidas y bebidas y, emblemáticamente, en las latas de Coca-Cola sin azúcar o Coca-Cola Zero.
El aspartamo es una molécula relativamente complicada para un no químico pero que, cuando es asimilada por el organismo, se hidroliza para dar tres moléculas bien conocidas, dos de las cuales, el ácido aspártico y la fenil alanina, son dos aminoácidos esenciales, es decir, aminoácidos que nuestro organismo necesita pero que no puede sintetizar y que, por tanto, los tiene que extraer a partir del metabolismo de los alimentos. La tercera de las sustancias es el metanol o alcohol de madera, el hermano pequeño del alcohol que ingerimos en las bebidas alcohólicas (etanol).
El ácido aspártico, y algunas de sus sales, se generan en nuestro cuerpo cuando metabolizamos alimentos como los espárragos, los aguacates, los copos de avena, ciertas carnes y un sin fin más. La fenil alanina se produce cuando se metaboliza la leche materna de los mamíferos, pero también cuando consumimos cosas como carne, pescado, huevos, legumbres, frutos secos o soja. Los humanos afectados por la enfermedad genética conocida como fenilcetonuria tienen un inconveniente grave si metabolizan alimentos que proporcionen fenil alanina. En virtud de ese defecto genético, no disponen de las enzimas que degradan la fenilalanina para producir tirosina, inocua para nuestro organismo. Por el contrario, en esos pacientes, la fenilalanina se degrada para producir otra molécula, el fenil piruvato, una sustancia neurotóxica que afecta gravemente al cerebro durante su desarrollo, de ahí la peligrosidad de consumir alimentos que produzcan fenil alanina en niños de corta edad.
Pero el principal problema aducido sobre la peligrosidad del aspartamo es la formación de metanol. El metanol se metaboliza despues en el hígado para dar formaldehído y posteriormente ácido fórmico, lo que puede causar muchos problemas en un ser humano, incluída la ceguera, algo que ha pasado en muchas bebidas alcohólicas contaminadas con metanol. Pero hay que aclarar que estamos ingiriendo metanol continuamente cuando consumimos verduras, legumbres, sidra o zumo de tomate, sin que ocurran trastornos dignos de mención, dadas las cantidades que ingerimos. De hecho, en el informe arriba mencionado y entre las páginas 187 y 190, se proporciona una extensa Tabla de los contenidos en metanol de muchos alimentos habituales, en muchos casos derivados de la degradación de la pectina.
Pues bien la EFSA en esas 267 páginas del informe analiza los recientes estudios realizados sobre la toxicidad tanto del aspartamo como de las tres sustancias arriba mencionadas (ácido aspártico, fenil alanina y metanol), generadas como consecuencia del metabolismo del edulcorante. No os voy a aburrir con detalles de cada uno de ellos, porque la conclusión final que nos interesa es sencilla de contar y cuantificar. Según la EFSA, la actual Dosis Diaria Admisible (conocida por las siglas ADI, en inglés) recomendada para el aspartamo, cifrada en 40 miligramos por kilo de peso y día, no necesita revisión alguna, al considerarse segura a todos los efectos.
Y, ¿en qué se traduce esa conclusión en lo que a nuestra infame lata de Coca-Cola se refiere?. Pues que el establecimiento de esa dosis segura de aspartamo implica que podemos ingerir diariamente, durante toda una vida media de 70 años y para una persona media de 70 kilos, 2.8 gramos diarios de aspartamo. Dado que una lata de Coca-Cola Zero tiene 0,18 gramos de edulcorante, las matemáticas dicen que tendríamos que beber 16 latas de Coca-Cola Zero diarias durante todo nuestro tránsito por este mundo, para sobrepasar ese valor ADI del aspartamo. Cantidad que no os recomiendo en absoluto (aunque alguno que conozco no andará muy lejos), pero a veces es bueno echar cuentas. Y si os resulta obsceno lo de hablar en términos tan artificiales como los de una Coca-Cola, debeis saber que un vaso de 250 mL de zumo de tomate recién preparado en una licuadora contiene 6 veces más de metanol que el que se pueda producir en nuestro organismo tras bebernos una lata de Coca-Cola Zero y sus 0.18 gramos de aspartamo. Solamente por señalar....
Con ese informe, publicado el lunes, la EFSA ha cumplido lo que había prometido hace meses, en el sentido de reconsiderar, a la vista de nuevos estudios, la seguridad de consumir alimentos que contengan el aditivo alimentario E 951 o, lo que es lo mismo, el edulcorante artificial conocido con el nombre de aspartamo, presente en muchas comidas y bebidas y, emblemáticamente, en las latas de Coca-Cola sin azúcar o Coca-Cola Zero.
El aspartamo es una molécula relativamente complicada para un no químico pero que, cuando es asimilada por el organismo, se hidroliza para dar tres moléculas bien conocidas, dos de las cuales, el ácido aspártico y la fenil alanina, son dos aminoácidos esenciales, es decir, aminoácidos que nuestro organismo necesita pero que no puede sintetizar y que, por tanto, los tiene que extraer a partir del metabolismo de los alimentos. La tercera de las sustancias es el metanol o alcohol de madera, el hermano pequeño del alcohol que ingerimos en las bebidas alcohólicas (etanol).
El ácido aspártico, y algunas de sus sales, se generan en nuestro cuerpo cuando metabolizamos alimentos como los espárragos, los aguacates, los copos de avena, ciertas carnes y un sin fin más. La fenil alanina se produce cuando se metaboliza la leche materna de los mamíferos, pero también cuando consumimos cosas como carne, pescado, huevos, legumbres, frutos secos o soja. Los humanos afectados por la enfermedad genética conocida como fenilcetonuria tienen un inconveniente grave si metabolizan alimentos que proporcionen fenil alanina. En virtud de ese defecto genético, no disponen de las enzimas que degradan la fenilalanina para producir tirosina, inocua para nuestro organismo. Por el contrario, en esos pacientes, la fenilalanina se degrada para producir otra molécula, el fenil piruvato, una sustancia neurotóxica que afecta gravemente al cerebro durante su desarrollo, de ahí la peligrosidad de consumir alimentos que produzcan fenil alanina en niños de corta edad.
Pero el principal problema aducido sobre la peligrosidad del aspartamo es la formación de metanol. El metanol se metaboliza despues en el hígado para dar formaldehído y posteriormente ácido fórmico, lo que puede causar muchos problemas en un ser humano, incluída la ceguera, algo que ha pasado en muchas bebidas alcohólicas contaminadas con metanol. Pero hay que aclarar que estamos ingiriendo metanol continuamente cuando consumimos verduras, legumbres, sidra o zumo de tomate, sin que ocurran trastornos dignos de mención, dadas las cantidades que ingerimos. De hecho, en el informe arriba mencionado y entre las páginas 187 y 190, se proporciona una extensa Tabla de los contenidos en metanol de muchos alimentos habituales, en muchos casos derivados de la degradación de la pectina.
Pues bien la EFSA en esas 267 páginas del informe analiza los recientes estudios realizados sobre la toxicidad tanto del aspartamo como de las tres sustancias arriba mencionadas (ácido aspártico, fenil alanina y metanol), generadas como consecuencia del metabolismo del edulcorante. No os voy a aburrir con detalles de cada uno de ellos, porque la conclusión final que nos interesa es sencilla de contar y cuantificar. Según la EFSA, la actual Dosis Diaria Admisible (conocida por las siglas ADI, en inglés) recomendada para el aspartamo, cifrada en 40 miligramos por kilo de peso y día, no necesita revisión alguna, al considerarse segura a todos los efectos.
Y, ¿en qué se traduce esa conclusión en lo que a nuestra infame lata de Coca-Cola se refiere?. Pues que el establecimiento de esa dosis segura de aspartamo implica que podemos ingerir diariamente, durante toda una vida media de 70 años y para una persona media de 70 kilos, 2.8 gramos diarios de aspartamo. Dado que una lata de Coca-Cola Zero tiene 0,18 gramos de edulcorante, las matemáticas dicen que tendríamos que beber 16 latas de Coca-Cola Zero diarias durante todo nuestro tránsito por este mundo, para sobrepasar ese valor ADI del aspartamo. Cantidad que no os recomiendo en absoluto (aunque alguno que conozco no andará muy lejos), pero a veces es bueno echar cuentas. Y si os resulta obsceno lo de hablar en términos tan artificiales como los de una Coca-Cola, debeis saber que un vaso de 250 mL de zumo de tomate recién preparado en una licuadora contiene 6 veces más de metanol que el que se pueda producir en nuestro organismo tras bebernos una lata de Coca-Cola Zero y sus 0.18 gramos de aspartamo. Solamente por señalar....
Don Búho: seguro, seguro que ahora alguien le dirá que está VD. a sueldo de Coca-Cola, y por supuesto la EFSA, pa qué decir.
ResponderEliminarGran post búho, gran post. Me lo apunto.
ResponderEliminarHola Búho,
ResponderEliminarllego aquí por un enlace de Gominolas de Petróleo ya que no conocía tu blog. Me ha parecido muy interesante la información sobre el aspartamo ya que la que yo conocía hablaba de una manipulación de las agencias de seguridad alimentarias por parte de la industria.
Un saludo,
José.
Hasta ahora todo lo que yo había leído sobre el famoso aspartamo...eran las penas del infierno para aquel que se atreviese a endulzar cualquier cosa con esta sustancia...así que gracias por la aclaración y las cifras, que son la mejor manera de demostrar.
ResponderEliminarBúho, el 14 de diciembre serás descubierto! A las 6 de la tarde Leticia Puerta dará una charla con el tema "El secreto de los búhos"...¿Dónde? En "Desgranando Ciencia" en Parque de las Ciencias en Granada, muy lejos, pero muy interesante.
Un post excelente. De todos modos, la paranoia no tiene límites así que seguirá habiendo fundamentalistas anti aspartamo por todas partes.
ResponderEliminarComo siempre, el Buho da en la diana con sus comentarios ;) ya estoy compartiendo el comentario "...el establecimiento de esa dosis segura de aspartamo implica que podemos ingerir diariamente, durante toda una vida media de 70 años y para una persona media de 70 kilos, 2.8 gramos diarios de aspartamo. Dado que una lata de Coca Cola Zero tiene 0,18 gramos de edulcorante, las matemáticas dicen que tendríamos que beber 16 latas de Coca Cola Zero diarias durante todo nuestro tránsito por este mundo, para sobrepasar ese valor de dosis diaria admisible del aspartamo..." Muy gráfico todo.
ResponderEliminarOff-topic:
ResponderEliminarSe ha iniciado una campaña de recogida de firmas contra la estupidez del Ministerio de Sanidad, que pretende publicar una Ley para que las gominolas de agua con azúcar llamadas “homeopatía” se equiparen a las medicinas de verdad, las que curan.
Este es el enlace por si queréis firmar, saludos:
https://www.change.org/es/peticiones/ministerio-de-sanidad-impedir-que-los-preparados-homeop%C3%A1ticos-digan-ser-medicamentos-sin-demostrarlo-e-informar-al-pacientes-de-su-ineficacia-retirar-productos-no-autorizados-y-no-dar-privilegios-a-los-fabricantes
A cuento del aspartamos, ¿qué opinas de este artículo publicado en El Diario en el portal 'Ciencia Critica'? Un saludo y felicidades por el blog.
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/cienciacritica/Riesgos-humana-emborronar-conocimiento-cientifico_6_176792331.html
Pues después de lo que ha dicho la EFSA poco más hay que decir. A no ser que, como parece sugerir el artículo, no nos creamos nada de lo que dice una agencia como esta, después de revaluar el asunto a la luz de la evidencia científica acumulada en los últimos años. Pero yo al menos lo tengo claro. Prefiero fiarme de la EFSA que de lo que se publica en internet por personas y colectivos menos preparados.
ResponderEliminarBravo. Es lamentable ver por internet como se ha extendido entre la gente la idea de que la cola zero es cancerígena y el aspartamo lo peor de lo peor.
ResponderEliminarHola sr. Buho.
ResponderEliminarMe podría decir ¿cual es la dosis segura para un niño de 4 o 5 años, de 15 a 20 kg, de cola y aspartamo? (en fiestas de cumpleaños es fácil ver consumos superiores al litro por cabeza), y si ¿ese etanol originado se sumaría al originado por el consumo de tomates al mediodía?, y si ¿en ese caso debería la esforzada familia renunciar por seguridad, al consumo de verduras?
Disculpe mi ignorancia, soy de no letras.
Gracias. J.
Las recomendaciones de las dietas admisibles para niños pequeños suelen ser la tercera parte de lo previsto para un adulto. Así que si te lees la parte final del post, podrían beberse varias latas al día todos los días de su vida infantil. Pero mejor que no lo hagan...
ResponderEliminarY no te preocupes ni obsesiones por el metanol del tomate y haz que tus hijos coman productos frescos como el propio tomate u otras verduras y hortalizas
ResponderEliminarMetabolic and feeding behavior alterations provoked by prenatal exposure to aspartame.
Reprod Toxicol. 2014 Sep 28;49C:196-201. doi: 10.1016/j.reprotox.2014.09.007. [Epub ahead of
Y a estas alturas de la película, aún nos fiamos de la EFSA, y sus trileros e interesados artículos y estudios.
ResponderEliminarEl imperio de la alimentación, y el negocio del aspartamo es muy fiable y transparente. Si señor.
Para mear y no echar gota...
Cada uno se fía de quién quiere. Tú Anónimo de quién?. Es solo por saber...
ResponderEliminartodo esta muy claro pero debemos tener en cuenta que una persona al día no solo ingiere latas de coca cola dietetica haciendo cuentas hay personas que superan estas cifras matemáticas al ingerir varios alimentos dieteticos. y tampoco se toman en cuenta los componentes teratogenos del aspartamo en mujeres embarazadasque consumen estos alimentos.
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