En tanto que potenciales "excusas" para escribir estas entradas, recibo tantas alertas de cuestiones relacionadas con la Química y colecciono tantos pdfs sobre lo mismo, que tengo un auténtico maremagnum de materiales y, muchas veces, cosas muy interesantes acaban siendo condenadas al olvido en una carpeta virtual en mi Mac o en una torre de papeles en mi archivo físico. Y esto es lo que me ha pasado con el asunto del premio de un millón de libras esterlinas (¡ahí es nada con los tiempos que corren!) ofrecido por la Royal Society of Chemistry (RSC) y todavía en vigor.
Ahora hace un par de años, Neville Reed, el presidente de esa conocida Sociedad (o alguno de sus allegados) se llevaron un cabreo de primera división al conocer que una conocida marca de productos para jardinería ponía en el mercado unos envases de fertilizante como el que podeis ver en la foto (se puede ampliar picando sobre ella), donde a la izquierda aparece el reclamo de 100% Chemical Free, esto es libre de productos químicos al 100%. Bastaba darle la vuelta al envase para encontrar entre sus ingredientes cosas como el pentóxido de fósforo o el óxido de potasio. El caso no es aislado, sino muy habitual en ámbitos como la cosmética. Os puedo proponer una web en la que se anuncia un lápiz de labios 100% natural y libre de productos químicos. Sólo que un poquito más abajo y a la derecha aparece la composición en forma de un cóctel químico de los que gustan a Greenpeace: aceites diversos provenientes de vegetales (eso si hidrogenados, ¿quién los hidrogenará?), colorantes, óxidos, mica,.... La duda que me asalta es si el hecho de que ahora no esté disponible para su venta se debe a que han convencido tanto a los clientes que se los han llevado todos o alguien les ha denunciado por embusteros.
Puestos a denunciar y en lo tocante al fertilizante que se ve arriba, la RSC decidió poner el tema en manos de un organismo que vela contra la publicidad engañosa, la Advertising Standards Authority (ASA). Pero la cosa llegó a mayores cuando la ASA replicó a la RSC que no había por qué eliminar ese anuncio, dado que "el público entendía que se refería a un producto libre de sustancias químicas fabricadas por el hombre". Y ahí empezó la batalla. Lo más fino que he leído sobre la ASA, proveniente de la RSC, es el calificativo de estúpido y lo avalan con otras decisiones de la ASA, igualmente peregrinas, como la de eliminar un anuncio de British Telephone por proponer un acceso a internet instantáneo. Dicen los de la RSC que por la misma debieran eliminar todos los anuncios de café instantáneo que en el mundo han sido, empezando por el de Nescafé.
El caso es que a consecuencia de esta refriega y para promover un debate que esclarezca que un producto químico es un producto químico con independencia de donde venga, la RSC instituyó, a finales de octubre de 2008, un premio de un millón de libras a quien proponga un material que pueda ser considerado 100% libre de productos químicos. Si os animais no teneis más que mandar vuestra propuesta a Jon Edwards (edwardsj@rsc.org). Aunque no creo que la RSC se acabe arruinando por la propuesta.
Lo que me ha hecho recordar la historia es que el propio Jon Edwards ha publicado recientemente una entrada en su Blog, en la que cuenta el inicio de todo el proceso y proporciona algunos ejemplos de propuestas que ya ha recibido. Una que evidencia en qué nivel estamos es la de alguien que le propone el aceite de oliva "puro, no adulterado, orgánico, proveniente de un primer prensado en frío". Un excelente aceite de oliva virgen, sin duda. Pero, desafortunadamente para quien pretendía llevarse el millón de libras, Jon Edwards adujo que se trata de una mezcla de ácido oleico, ácido palmítico y otros ácidos grasos además de un 0,7% de escualeno y un 0,2% de esteroles. Moléculas químicas todas ellas, según clásicos catálogos de productos que empleamos los químicos.
La respuesta del desestimado y cabreado proponente no tiene desperdicio: "No creo que el premio se deba referir a materiales libres de productos químicos, sino libres de productos químicos hechos por el hombre. Entiendo que todos los productos químicos de la Naturaleza son buenos. Sólo pongo objecciones a cosas amalgamadas al azar (o a propósito) en algún laboratorio situado en cualquier parte del mundo". O sea, otro que se apunta a las tesis de la Advertising Standards Authority, olvidándose de cosas como el alcohol, las amatoxinas de las setas amanitas, la belladona, el ácido oxálico de los ruibarbos, la histamina de la que hablábamos hace un par de entradas, el arsénico, las decenas de toxinas producidas por las algas y....¿para qué seguir?.
Ahora hace un par de años, Neville Reed, el presidente de esa conocida Sociedad (o alguno de sus allegados) se llevaron un cabreo de primera división al conocer que una conocida marca de productos para jardinería ponía en el mercado unos envases de fertilizante como el que podeis ver en la foto (se puede ampliar picando sobre ella), donde a la izquierda aparece el reclamo de 100% Chemical Free, esto es libre de productos químicos al 100%. Bastaba darle la vuelta al envase para encontrar entre sus ingredientes cosas como el pentóxido de fósforo o el óxido de potasio. El caso no es aislado, sino muy habitual en ámbitos como la cosmética. Os puedo proponer una web en la que se anuncia un lápiz de labios 100% natural y libre de productos químicos. Sólo que un poquito más abajo y a la derecha aparece la composición en forma de un cóctel químico de los que gustan a Greenpeace: aceites diversos provenientes de vegetales (eso si hidrogenados, ¿quién los hidrogenará?), colorantes, óxidos, mica,.... La duda que me asalta es si el hecho de que ahora no esté disponible para su venta se debe a que han convencido tanto a los clientes que se los han llevado todos o alguien les ha denunciado por embusteros.
Puestos a denunciar y en lo tocante al fertilizante que se ve arriba, la RSC decidió poner el tema en manos de un organismo que vela contra la publicidad engañosa, la Advertising Standards Authority (ASA). Pero la cosa llegó a mayores cuando la ASA replicó a la RSC que no había por qué eliminar ese anuncio, dado que "el público entendía que se refería a un producto libre de sustancias químicas fabricadas por el hombre". Y ahí empezó la batalla. Lo más fino que he leído sobre la ASA, proveniente de la RSC, es el calificativo de estúpido y lo avalan con otras decisiones de la ASA, igualmente peregrinas, como la de eliminar un anuncio de British Telephone por proponer un acceso a internet instantáneo. Dicen los de la RSC que por la misma debieran eliminar todos los anuncios de café instantáneo que en el mundo han sido, empezando por el de Nescafé.
El caso es que a consecuencia de esta refriega y para promover un debate que esclarezca que un producto químico es un producto químico con independencia de donde venga, la RSC instituyó, a finales de octubre de 2008, un premio de un millón de libras a quien proponga un material que pueda ser considerado 100% libre de productos químicos. Si os animais no teneis más que mandar vuestra propuesta a Jon Edwards (edwardsj@rsc.org). Aunque no creo que la RSC se acabe arruinando por la propuesta.
Lo que me ha hecho recordar la historia es que el propio Jon Edwards ha publicado recientemente una entrada en su Blog, en la que cuenta el inicio de todo el proceso y proporciona algunos ejemplos de propuestas que ya ha recibido. Una que evidencia en qué nivel estamos es la de alguien que le propone el aceite de oliva "puro, no adulterado, orgánico, proveniente de un primer prensado en frío". Un excelente aceite de oliva virgen, sin duda. Pero, desafortunadamente para quien pretendía llevarse el millón de libras, Jon Edwards adujo que se trata de una mezcla de ácido oleico, ácido palmítico y otros ácidos grasos además de un 0,7% de escualeno y un 0,2% de esteroles. Moléculas químicas todas ellas, según clásicos catálogos de productos que empleamos los químicos.
La respuesta del desestimado y cabreado proponente no tiene desperdicio: "No creo que el premio se deba referir a materiales libres de productos químicos, sino libres de productos químicos hechos por el hombre. Entiendo que todos los productos químicos de la Naturaleza son buenos. Sólo pongo objecciones a cosas amalgamadas al azar (o a propósito) en algún laboratorio situado en cualquier parte del mundo". O sea, otro que se apunta a las tesis de la Advertising Standards Authority, olvidándose de cosas como el alcohol, las amatoxinas de las setas amanitas, la belladona, el ácido oxálico de los ruibarbos, la histamina de la que hablábamos hace un par de entradas, el arsénico, las decenas de toxinas producidas por las algas y....¿para qué seguir?.