martes, 27 de julio de 2010

Materiales para un nido

Por fín parece que esto se acaba. Aunque, como todas las obras, el deseado final tiene un carácter más o menos asintótico, en el que uno constata que va recuperando una cierta normalidad aunque siempre quede el pequeño detalle que impide abrir con euforia la botella de champán destinada al efecto. Pero, tras cuatro meses y unos días, parece que vivimos en una casa nueva, en la que casi nada es como era. Y en ese cambio han intervenido un buen número de materiales que decoran y funcionalizan nuestro entorno y entre los que, ¡como no!, abundan los de base polimérica.

El denostado PVC, por el que tengo un especial cariño por aquello de que me va lo de llevar la contraria a lo que priva, ocupa un lugar destacado. Además del papel pintado que decora algunas paredes de la nueva cocina, todo el renovado piso es a base de piezas de PVC que simulan un suelo de madera de los de siempre. Se trata de un material resistente, con una estructura en dos capas que amortigua los ruidos, que se coloca en un santiamén y que, para darle lustre, no necesita más que agua y una fregona, sin los peligros del encerado de la madera que, en el pasado, han estado a punto de causarme más de un accidente traumatológico.

Los composites o materiales compuestos también tienen su parte. Un conglomerado de viruta de madera con una resina epoxi en proporción 85/15 es el nuevo pavimento de nuestras terrazas. Se trata del mismo material que se colocó hace un par de años en la terraza del Club Naútico de Donosti o, más recientemente, en la zona del nuevo Puente de Hierro que la semana pasada inauguró el inefable y omnipresente calvo que nos gobierna en esta ciudad. Así que como nos vaya mal me van a oir en "su" Ayuntamiento, porque es a base de estas obras públicas como te venden el producto.

Pero lo que más me ha sorprendido de los materiales que ahora me rodean es el que constituye la base de nuestra nueva cocina. Muchos de sus elementos están realizados a base de Corian, una marca registrada por DuPont en los años 60 y que este insigne "especialista en polímeros" que digo ser, no identificaba hasta las obras como un producto de base polimérica. Algo imperdonable, sobre todo cuando el fabricante ha sido varias veces citado en este Blog en relación con las fibras sintéticas más conocidas (Nylon, poliéster, Kevlar,...). El Corian es otro material compuesto o, para estar más a la moda, un material híbrido, al constar de una parte orgánica de tipo polimérico, el polimetacrilato de metilo o PMMA (al que ya he dedicado otras entradas) y un material inorgánico, el óxido de aluminio.

El resultado se vende en infinidad de colores y su principal característica, gracias al papel que juega el PMMA, es la de poder entramar diferentes piezas sin la existencia de juntas. Dada su muy baja porosidad, es fácilmente limpiable y, en caso de que ocurra algún ataque químico por algún componente específico que lo deteriore, puede pulirse para recuperar su prestancia inicial. Algún inconveniente tiene que tener, como el de no resistir temperaturas muy altas, así que hay que andar con un poco de cuidado con los recipientes en los que se acabe de cocinar algo. Pero sus características han hecho que se venga empleando tanto en interiores como exteriores de las casas y, sobre todo, en hospitales, al proporcionar un ambiente fácil de mantener en condiciones sanitarias adecuadas.

Despues de este recorrido, al que se podrían sumar pinturas acrílicas al agua, adhesivos diversos, una especie de hormigón elastomérico para rehacer las partes deterioradas de arenisca de nuestras terrazas y otras lindezas poliméricas, más de uno me dirá que nos hemos preparado un nido poco natural o sostenible. Sobre uno y otro término habría mucho que hablar, pero el argumento irrefutable es que la casa es nuestra.

Aunque pegándose con estos materiales de reciente génesis, he tenido gremios que parecen no querer abandonar las tradiciones seculares. El fontanero que aquí ha oficiado, lleno de rastas, sigue empleando prensa estopa en lugar de adhesivos poliméricos y el escayolista sigue con su escayola de siempre. Dos nichos de negocio para emprendedores.

3 comentarios:

gabriela dijo...

Andaba muy contenta imaginando tu nuevo nido con tanto nombre moderno...epoxi, PVC, polimetacilato del Corian, hasta que me pegué un porrazo con tu fontanero y su estopa...¡¡Hace tantos años que desapareció!! ¿De adonde la saca?
Me imagino lo contento que estarás ahora, y pronto olvidarás tanta incomodidad sufrida. Felicitaciones, y ¡¡Salud!!

Iñigo L dijo...

Los fontaneros simpre me han parecido sospechosos. ¿Se puede fiar uno de alguien que soluciona sus problemas "repartiendo estopa"?

Anónimo dijo...

Espero tocar pronto todos esos materiales de los que me hablaste camino de Cuzcurrita.
Disfruta del sabático y de tu nuevo nido.

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